tag:blogger.com,1999:blog-900520704743868193.post5757155887202280115..comments2024-03-07T22:58:26.050+00:00Comments on El laberinto de la identidad: La tristeza del coleccionistaFernando Broncanohttp://www.blogger.com/profile/11429418531791789721noreply@blogger.comBlogger1125tag:blogger.com,1999:blog-900520704743868193.post-12786927587971249242014-09-14T18:43:11.468+01:002014-09-14T18:43:11.468+01:00 Lo que me atrae de Benjamin no es sólo la audac... Lo que me atrae de Benjamin no es sólo la audacia de su visión crítica del arte y la cultura sino el hecho de que sea uno de los pensadores judíos famosos que sufrió las circunstancias de la persecución y expansión fascista y que murió acosado por ellas, en el sentido más literal de la palabra, es decir, que no vivió lo suficiente para saber si los vencedores serían vencidos (y, claro, los vencidos vencedores); eso aun le da más credibilidad, es como si intuyera que hasta los judíos supervivientes de tal experiencia histórica, que debería como mínimo imprimir carácter, se convirtieron en eso, en simples comerciantes de o con esa experiencia: en el mejor de los casos en vendedores de libros de otros (como los de la plaza de los Bandos en Salamanca), en el peor en vendedores del victimismo de un pueblo que masacra a palestinos anónimos y que es un ejemplo claro (relacionado también con la ética del resentimiento) de que el peor de los verdugos es aquel que no sabe enfrentarse con valentía a un pasado humillante y que vuelve, una y otra vez, a recrearlo con esa fascinación del coleccionista de horrores (en ese sentido también es interesante el pensamiento de Arendt). Supongo que el fetichismo surge cuando se cree que de verdad hay un valor objetivo, contante y sonante, en las cosas independientemente de la apreciación subjetiva que le damos o que le dan, y también me consta que hay relaciones de intercambio que no son mercancía, como también reconocía Marx, como por ejemplo para los náufragos, en ese sentido la novela de Sebald es muy bonita, aunque el contexto debería ser superado.<br /> Por lo demás, creo que para la mirada poética, los objetos no tienen espacio, sólo tiempo, así el verdadero lugar para la colección es la memoria (sostenida a lo sumo en anotaciones de hojas sueltas o de viejas libretas, destartaladas de tenerlas a mano) y por eso también creo que los auténticos versos no se pueden escribir para venderlos en una librería.<br />Marisa<br />marisahttps://www.blogger.com/profile/13046866346682032919noreply@blogger.com