Fernando Savater escribe hoy en El Pais contra los que están en contra de las leyes que persiguen las descargas en internet:
"La ley llegó al lejano Oeste y con ella la prosperidad y la civilización: ejemplo, Las Vegas. No cabe duda de que las leyes contra las descargas ilegales se abrirán paso también, gradualmente, junto a otras que impidan abusos autoritarios de los censores. Con el tiempo, desaparecerán los "internautas", esa autoproclamada vanguardia neoleninista que considera que Internet es su cortijo. Dentro de unos años, decir "soy internauta" resultará tan raro como decir hoy "soy telefonista" porque se habla por el móvil. Y los políticos que se oponen a la corrupción dejarán de apoyar bobadas oportunistas como la "neutralidad de la Red". ¿Seremos todos entonces artistas creadores, gracias a la democracia online? Malas noticias. Seguirá habiendo suspensos, aprobados y unos pocos sobresalientes. Como le decía el señor de negro de Mingote a la beata inquieta por las novedades conciliares: "Descuide usted que al cielo, lo que se dice al cielo, iremos los de siempre".
No tengo tanta autoconfianza como para ponerme en ninguna barricada contrasavateriana ni tal vez en ninguna otra. Además, siempre he admirado y muchas veces envidiado su escritura, en su momento su valentía y, mucho antes, el valor filosófico de su ironía. Pertenezco más o menos a su generación y hay ciertos colores, olores y sabores que compartimos aunque las palabras e ideas que nos califiquen ya sean otras. Pero (no sabría decirlo en pocas frases, tendría que contar una historia) desde hace un tiempo tengo la convicción de que vivimos en realidades diferentes. Como si el sentido común que nos suponemos fuese un sentido que hubiésemos dejado de compartir. Una parte de la inteligencia española se ha embarcado en varias controversias como la defensa de los toros, la defensa del tabaco en los espacios comunes, la persecución de los contenidos en internet y varias otras que son controversias en las que me cuesta entrar porque no acabo de entender qué podría decir al respecto. Me imagino en controversias similares: ¿deberíamos prohibir los desnudos en las luchas de gladiadores?, ¿no es un escándalo el gasto que se hace de madera en las hogueras de herejes?, ¿no es una vergüenza que tengamos que compartir una cola maloliente en la seguridad social?
Pagar o no pagar el valor de mercado del formato papel del libro, disco, film, negar el derecho del autor a cobrar de su trabajo. Discusiones que entiendo pero que no logro sentir cerca porque lo que veo son los derechos de los intermediarios, el pago a los ejecutivos del marketing, las mordidas a los dispositivos del capitalismo cultural, de los grandes medios que nos cobran por educarnos en la moralina. Como si aún necesitásemos guías espirituales para orientarnos en el mercado, como si fuésemos turistas en las callejuelas ininteligibles de un laberinto de ofertas. Como si la plusvalía que genera la máquina fuese un añadido imprescindible al valor de la obra en sí. Como si cuando la ley con la que amenaza Savater llegue a internet (como si internet estuviera exenta de leyes, vigilantes, controladores) y todos nos sometamos a la norma de pagar por lo que vale, fuera posible ya volver a los tiempos en los que un grupo se convirtió en aristocracia cultural intérprete de los signos de los tiempos y, acompañado de la oportuna empresa económica, se erigió en faro que habría de educarnos como ciudadanos y salvarnos de nuestro estado de ignorancia y salvajismo.
No quisiera echar sal en la herida pero me gustaría ver una Ley Sinde contra los que aprovechan el terror de las cifras del paro para amenazar, despedir y contratar por la mitad, imponer costumbres depredadoras en el trabajo y violar (en muchos sentidos) , también, los derechos de autor de los que no tienen voz pública y sólo tienen su cuerpo y sus manos en la empresa.
Veo que un amigo (también colega, también coleguilla) ha dibujado en su perfil google este profundo consejo: "No te preguntes lo que España puede hacer por tí. Pregúntate por lo que puedes tú hacer para tranquilizar a los mercados". Pues eso.
Imagino que todo el mundo ha leído lo que sobre este asunto el famoso Amador ha escrito: http://acuarelalibros.blogspot.com/2011/01/la-cena-del-miedo-mi-reunion-con-la.html
ResponderEliminarCuando se leen las burradas que se publican en los foros sobre Savater por ese artículo, le entran a uno ganas de ponerse de su lado. Otra vez.
ResponderEliminarSi Savater es lo mejor que España puede ofrecer en cuanto a filosofía, es mi opinión que debemos tener un nivel muy bajo en cuanto a pensamiento. Confieso que en otros díos lo admiré, pero que a día de hoy lo veo como una marioneta más del poder político y económico, y es por lo que no me extraña que escriba esas declaraciones. Estimado señor Savater, ¿y cuándo van a llegar las leyes, como usted dice, a los verdaderos causantes de las catástrofes económicas, que no son por supuesto los internautas?. ¿O acaso quiere usted una ley pequeña para que no haya una Ley Grande, que algo cambie para que todo siga igual?. Por mí, que hagan algo por los mercados aquellos para los cuales los mercados hacen por ellos. A mí los mercados sólo me extrujan y aprietan, y va siendo vergonzoso que esta impunidad y falsedad ocurra en pleno siglo XXI
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