Reflexiones en las fronteras de la cultura y la ciencia, la filosofía y la literatura, la melancolía y la esperanza
sábado, 25 de mayo de 2013
No hay conspiraciones
Las críticas que recibió el libro de Naomi Klein La doctrina del schock se basaban en lo poco académico que parecía ser el libro y en que suponía una teoría de la conspiración del capitalismo. La doctrina del schock señala que una agresión de enorme intensidad a una población la deja sin recursos para resistir a la implantación de una forma social como la del mercado sin restricciones. Parecería que alguien o algún grupo es capaz de planificar experimentos a escala planetaria suficientemente complejos como para generar transformaciones sociales de tan gran escala. La era de los Reagan/Thatcher/Wojtila parecería un ejemplo de esta clase, o las nuevas élites Xi Jinping/Merkel/¿Obama?.
En los años 80 se habló del horizonte de la sociedad de los tres tercios, en la que dos tercios de la población alcanzaban niveles estables de vida mientras que un tercio quedaba en los márgenes al albur de las políticas de mantenimiento y seguridad social. La sociedad de los tres tercios como ideología pronto dio paso a lallamada sociedad del 20:80, una sociedad donde el trabajo del 20% bastaría para "mantener" al resto y donde el 80% tendría que quedar en los bordes de inasimilación social. En el World Forum de 1995 en San Francisco los líderes del momento (Clinton, Thatcher, Bush, Gates, Turner,...) aceptaron el término "entetanimiento" (tittytainment) propuesto por Zbigniew Brzezinzki (la idea de sostener una sociedad tan inestable con el método de "entetar" al 80%). En aquella época la izquierda propuso la idea de una renta de ciudadanía para evitar la exclusión social y para garantizar la preservación de la democracia. Ahora no parece haber encontrado una respuesta.
Que la llamada "crisis" no es tal, sino una onda de choque para que la Europa del sueño del equilibrio social acepte la sociedad del 20:80, parece cada vez más claro. Se necesita un sistema de terror global, una narrativa del fin del trabajo, de la amenaza de la deslocalización, de la teoría del endeudamiento privado, etc., para que sociedades enteras queden bajo un impacto emocional muy cercano a la depresión. Que este proceso sea parte de algún plan global dirigido por alguna capilla oculta de poderosos y oscuros agentes, me parece más que dudoso. Al menos no en el sentido tradicional de la idea de conspiración. Julian Assange es proclive a una idea menos psicológica. Llama conspiraciones a ciertas formas de red sin cabeza ni agentes imprescindibles que conecta élites mundiales y está dirigida básicamente por intereses, protocolos y planes. Puede ser. Me parece un tanto épico y puede producir efectos contradictorios con lo que pretende esta idea.
Me parece que la cuestión es más sencilla y más complicada. El principio de Pareto como horizonte de equilibrio puede explicar bastantes cosas antes de que necesitemos acudir a las redes conspiratorias. 20:80 es una forma de equilibrio si ninguna parte considera que se puede cambiar sin ir a peor. Los equilibrios sociales no son fuerzas de la naturaleza sino resultados de las tensiones y fuerzas sociales. No hay determinismos tecnológicos ni determinismos sociales. Que el nivel tecnológico permita que el trabajo del 20% sea suficiente es una de esas mentiras que se convierten en verdades aparentes a base de repetirlas. Que la sociedad del 20:80 sea un horizonte inevitable es otra de esas mentiras inaceptables. Pero funciona.
Parte del problema ha sido el desarme discursivo, organizativo, moral, internacionalista de quienes se pensaron como representantes de la "igualdad". Parte del problema fue que habían aceptado que hay necesidades en la historia: mercado, globalización, tecnología, etc. Parte del problema ha sido creer en la teoría de la conspiración. Pero no hay conspiraciones, hay ordenamientos sociales y alineamientos de intereses que producen equilibrios de Pareto en unas u otras escalas. Los dirigentes no son más listos que el resto. De hecho suelen ser más tontos (son los hijos tontos de la clase dominante, a quienes se les coloca ahí para que hagan lo que hay que hacer). El problema no está arriba sino abajo.
No hay conspiraciones. Solamente miedo y depresión y, en ciertos casos, el sueño de que con suerte se va a ser co-optado para el 20% por el hecho de venir de una (ya casi olvidada) "clase media" (o, como se decía antes, "pequeño-burguesa"). Un reciente amigo, comentando esta idea, me respondió con una frase que no carece de esperanza: "se puede quedar paralizado por el miedo, pero no se puede vivir siempre en el miedo". Quizá sea el tiempo de considerarla. Quien vive con miedo muere mil veces.
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Muy interesante la reflexión y cierta, no hay conspiración ni conspiraciones efectivamente, lo dificil es enfrentarse en los límites o mejor dicho en las murallas del sin sentido, que pulveriza el destino de millones. Por ello, totalmente de acuerdo efecto devastador en las micro y macro narrativas que dan cuenta de las mil y una consecuencia de capitalismo salvaje que vivimos. Por ejemplo, los efectos sobre una población resultados de la extracción depredadora de mineras en cualquier parte del mundo o el cambio de una política educativa que deja a millones sin acceso o con un servicio de tan poca calidad, que es peor que no tenerlo su simulación, frente a ese acontecimiento, emerge la sin razón. Pero si pensamos como un continuo como en una banda de MOEBIUS, el acontecer vamos en un continuo movimiento de publico a lo privado a lo publico en un sin fin, en nuestras sociedad de lo individual a lo social a lo subjetivo a lo objetivo y cuando es el instante de lo individual puede aparecer la falsa explicación, de la conspiración, en ese momento que lo otro, los otros parecieran organizarse desde las malévolas cabezas de unos pocos pero muy malos villanos, como los que luchan los superheroes. Sin embargo es peor, es resultado de las tensiones, equilibro, tendencias, resistencias, el azar , la contingencia y eso quizás o seguramente es más escalofriante, que cualquier conspiración, porque puede desencadenar procesos cuyo desarrollo es impredecible y contingente, con más bifurcaciones que las esperadas por los supuestos conspiradores villanos y es más intranquilo pensarlo así, a veces es más fácil suponer un conspiración por su efecto de espejismo es una explicación ilusoria que da sentido que contiene, que arma rompecabezas,es más complejo sostenerse frente al sin sentido, pero necesario transitar, por ello gracias por el argumento...y la recapitulación ayuda transitar más allá de la conspiración y mucho hay que continuar pensando, una y otra vez, para no desear quedarnos es espejismos menos angustiantes, pero menos potentes para imaginar nuevos presentes y futuros...
ResponderEliminarpues efectivamente creo que el miedo nos está paralizando y que escapar de él no es tan sencillo, como bien sabemos. Claro que las teorías conspiranoicas atenta a todo razonamiento verdadero, no hay conspiraciones, hay fuerzas funcionando y son muchas y están relacionadas, aunque no unidas, puede que busquemos la salida para huir del miedo, o para enfrentarnos a él pero ¿cómo enfrentamos las fuerzas creadoras del miedo? ¿cómo salimos del sueño que no queremos que devenga pesadilla aunque ya está en las primeras horas de esta?
ResponderEliminarpues efectivamente creo que el miedo nos está paralizando y que escapar de él no es tan sencillo, como bien sabemos. Claro que lo de las teorías conspiranoicas atenta a todo razonamiento, no hay conspiraciones, hay fuerzas funcionando y son muchas y están relacionadas, aunque no unidas, puede que busquemos la salida para huir del miedo, o para enfrentarnos a él pero ¿cómo enfrentamos las fuerzas creadoras del miedo? ¿cómo salimos del sueño que no queremos que devenga pesadilla aunque ya está en las primeras horas de esta?
ResponderEliminarLo señalas muy bien, el problema parte de raices múltiples. Hemos olvidado que todo logro humano en el campo social, político y moral necesita ser reconquistado día a día. Por eso el problema está en nuestras manos y juto a ese miedo incluiría la inercia, esa resistencia al cambio en quienes seguimos manteniendo cierta posición de ventaja en el inestable equilibrio social.
ResponderEliminarSalud
Lo que probablemente nos dá mas miedo es vernos a nosotros mismos alineados con determinados aspectos de las fuerzas del mal. Cómo cuando aceptamos una factura sin IVA; cuando cruzamos la calle a veinte metros del paso de peatones; cuando aceptamos que nuestro banco gestione nuestro salario sin pedir explicaciones de lo que hacen con él y otras tantas cosas mas.
ResponderEliminarCuando el universo de lo que percibimos como realidad se conforma según verdades dicotómicas es facil tener claros los límites y saber en que mitad estamos nosotros: somos buenos o malos, hombres o mujeres, contribuyentes o defraudadores, somos nosotros o son los otros.
Pero cuando los individuos nos concebimos como seres multidimensionados; podemos ver cómo somos nostros los que hemos apostado por adquirir ropa que se confecciona a base de explotación, comida que se extrae de la sobre- explotación de personas animales y tierras.
Y esto es a mi modo de ver lo que nos paraliza, nos confunde y amenaza con desintegrar nuestras verdades y nuestras convicciones.
Es la angustia que produce esta percepción la mayor amenaza a cualquier acción
Ana la de la Carpetana
Profesor Fernando.
ResponderEliminarMe tomé la libertad de copiar unas líneas en su página de Wikipedia (en Obra). Espero que no haya escrito algo impreciso.
http://es.wikipedia.org/wiki/Fernando_Broncano#Obra
Saludos desde Colombia
Alvaro
"vernos a nosotros mismos alineados con determinados aspectos de las fuerzas del mal. Cómo cuando aceptamos una factura sin IVA..." - querida, del robo del añadido del IVA al intercambio de las mercancías viven todos estos ladrones que nos arruinan... explíqueme, por favor, cómo se justifica un impuesto que tanto más crece como cuanto más transacciones se realizan con él, y que además crece, como se expresa en el artículo al 20:80 o más... ¿usted pensaría en añadir el IVA al trueque?... pues eso... las fuerzas del mal viven del IVA y de no saber la ciudadanía lo que hacen con él, como usted indica sobre los salarios, y a lo cual añado yo también a las cotizaciones sociales
ResponderEliminar"se cuenta que un analfabeto, tras entregar su óstrakon a Arístides, le pidió que escribiera el nombre de Arístides. Este asombrado le preguntó si Arístides le había causado algún daño. «En absoluto», respondió, «ni conozco a ese hombre, pero me molesta oírle llamar por todas partes el Justo». Después de escucharle, no replicó, escribió su propio nombre y le devolvió el óstrakon"
ResponderEliminarHay partes de nuestra anatomía, de nuestro instinto, que si se desarrollaran totalmente y sin cortapisas: se comerían el resto de nuestro ser.
ResponderEliminarLa parte social de nuestro "yo" (el "Ello", que dijo Froid), es el que nos reconviene, nos limita, nos frustra y nos asusta. Por el bien de todos..... y los ejemplos ilustran las trasgresiones de determinados preceptos, o las consecuencias de tales trasgresiones.
Pero cuando hablamos de un grupo social del tamaño y las dimensiones de un Estado es mas dificil que los ejemplos sean ejemplarizantes, es imposible que los heroes no aparezcan como individuos que han trasgredido los limites de toda estructura; o sea han desoido a su padre y a su madre, han huido al bosque, han matado al dragón y se han casado con la princesa.
Ana la de la Carpetana