miércoles, 12 de enero de 2011

En ningún sitio como en casa


Cada navidad llegan las listas, cada enero los anuncios de los Goya. Y me deprimo con una depresión que mucha gente de esta península padecemos al menos desde que La Beltraneja perdió sus derechos contra la reina católica. Y recuerdo esos luminosos momentos en que en mi vida descubría lo radicalmente nuevo: como cuando escuché por primera vez No woman, no cry, los conciertos en Japón de Keith Jarrett, los cuartetos de Ligeti, como cuando leí los relatos de Coetzee, como cuando siendo adolescente vi por primera vez They shoot horses, Don't they? de Sidney Pollack (Danzad, danzad, malditos) y supe que la imaginación produce realidad: no la representa. Voy a ser injusto: toda la música popular-pop española me suena la misma canción; todo el cine español me recuerda la misma película; toda la novela, la misma historia (yo estoy en el saco: toda la filosofía, el mismo rollo). ¿Qué nos pasa?, ¿nos falta imaginación?
Posiblemente: sí.
Imaginar es algo más que fantasear. Imaginar es hacer visible lo que no es.
Y la cultura española es adicta a lo real. Odia lo extraño: "en ningún sitio como en casa".

3 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo. Cuando era pequeñito pensaba que llegaría el día en que dejaría de escuchar a la Pantoja, a Rocío Jurado, al carro de Manolo Escobar... pues todo lo contrario. Ahora no sólo escucho a la Pantoja sino que tengo que aguantarla a ella y al Muñoz en los realities; se murió la Jurado pero de igual manera me viene a la mente con su yerno y su viudo marido. Y al Escobar, que me había dado un respiro, mira por dónde que le veo ayer porque va a ser abuelo... así que tengamos cuidado en lo que sacamos al ruedo de la realidad porque no nos los quitamos de encima en toda nuestra vida: ve uno cómo cobra forma en esos términos la metafísica del eterno retorno de lo mismo. O mucho mejor, quitémonos de enmedio a los locutores y medios topicazos y en general a todos los topicazos y fijaciones...

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  2. Curiosamente sucede lo mismo ante la ciencia ficción española, paradigma de lo imaginativo, pese a ser presente disfrazado. Desde hace mucho años padece del exceso de realidad que vienes comentando en tus entradas.

    En lo personal le echo la culpa a la endogamia. No sabría detectar el problema más allá del caciquismo y las camarillas traperiles españolas.

    Una lástima en cualquier caso.

    Siempre nos quedará la web.

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  3. De acuerdo, pero ¿no será también que nos falta voluntad de rascar un poco por debajo de la superficie?
    A lo mejor se sorprende uno con lo que encuentra. Creo que al consumidor medio está tan falto de inquietud como el creador de tal película o disco lo está de imaginación. Al menos en la cultura "pop" española.

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