domingo, 10 de enero de 2010

Donde los monstruos

He esperado a ver la película Where the Wild Things Are (Donde habitan los monstruos) para responder a la inteligente objeción de JL a mi anterior post, siguiendo la pequeña discusión sobre Avatar.
Sostiene JL que, mientras que WWTA nos invita a escapar con la imaginación "hacia adentro", Avatar nos invitaría a hacerlo "hacia afuera". Después de ver la película, del magnífico Spike Jonze (Being Malkovich, Adaptation), antiguo marido de Sofía Coppola, presuntamente retratado en el fotógrafo de Lost in Translation), realizada sobre el libro de cuentos para niños de Maurice Sendak con el mismo título (1963), no tengo inconveniente en mostrar mi acuerdo con JL en la admiración que suscita. Jonze nos sumerge en un cuento infantil desplegando un catálogo de las emociones humanas, del miedo, del amor y del resentimiento. Los monstruos siempre están dentro: son las caras de nuestras emociones. Es cierto. WWTA nos lleva a un territorio de sueños que se sitúa en algún lugar imposible entre Freud y Barrio Sésamo.
Es más, cabría objetar que hay dos formas de imaginación: una sana, en la que nuestros sueños construyen nuestra agencia, son grúas de la autonomía, y una enfermiza, que escapa a la realidad para ocultar la debilidad de la voluntad. Tal vez, quizá.
Pero sostengo la fascinación de Avatar. Incluso si fuera así, aún queda una dicotomía que es ortogonal a la anterior, cargada de moral y de norma: se trata de la dicotomía entre la imaginación que fascina y la que no. Incluso si Avatar fuese un ejercicio de narrativa insulsa, sus imágenes no lo son.
En el reciente libro de Fernando Rodríguez de la Flor Giro visual, editado por Fabio en Delirio, sostiene FRF que antes del giro visual las imágenes eran ilustraciones de los textos, y que estaríamos entrando ahora en una etapa en la que los textos son meros comentarios a pie de foto de las imágenes.
Y sí: mientras que WWTA es un cuento ilustrado, un buen cuento con buenas ilustraciones, Avatar es un conjunto de imágenes fascinantes ilustrado con una narración que no le hace justicia.
En Avatar está presente la disociación de las imágenes del cuerpo: el cuerpo desde fuera, el cuerpo desde dentro, el cuerpo sentido y el cuerpo soñado. Está presente también la ensoñación del espacio, de la naturaleza y del movimiento. Está presente la materia de la que está hecha la sensoriomotricidad imaginaria. Es lo que me admira de la película. Las imágenes invitan a volar junto a aquellos maravillosos pájaros del paraíso: todo son contrastes entre árboles, pájaros, rocas y monstruos tecnológicos, naves y armas.
Es fantasía que lleva, es cierto, hacia un espacio exterior que no puede ser el de la exploración de la mente. Pero, modestamente, seguiría insinuando: es un espacio exterior que permite la exploración del cuerpo.

5 comentarios:

  1. Genial! Fernando, voto Avatar 2 Where the Wild Things Are 1.
    Dos mundos; el afuera y el adentro, los colores y la cámara (recomiendo ver Avatar en 3D) y WWTA. un poco oscuro, las sensaciones infantiles en toda su expresión sutilmente niños.

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  2. Estimado Fernando (si me permites):
    Te he buscado y encontrado a partir de la lectura de tu prefacio a las conferecias últimas de Feyerabend que me había saltado (como suelo hacer siempre con los prefacios) hasta que ojeándolo me atrapó y luego me gustó mucho.

    Feyerabend, con salvedades, hizo a mi criterio lo que tú dices y vale por lo que dices. En fin, te invito a que te pasees por mi blog y a ver si así me siento menos solo... je... con Feyerabend y tal vez como lo estaba él.

    Ya seguiré y opinaré en tu blog.
    Un abrazo.
    Carlos.

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  3. Gracias por los comentarios. Carlos, te seguiré en tu blog.

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  4. Los dos últimos párrafos me están haciendo reconsiderar mi postura sobre Avatar... Adoro 2001, y disfruto de las imágenes en movimiento sin necesidad de una narrativa potente (aunque en 2001 la hay). Gracias por el comentario sobre WWTA, es un punto de vista muy enriquecedor. No había ni pensado en que los monstruos, como creación del niño, son una explosión de él mismo.
    Abrazos.

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  5. ¿Te has pasado, algo que objetar de mi ataque "feyerabendiano" (que no lo es realmente, pero que de eso se me ha acusado; por eso te dí un toque...). Observo que tu blog es más bien "escapista" (literario, crítico de cine, etc.) y no lo digo "críticamente" ni por asomo sino como "diagnóstico" (y como si hubiera algo que no lo sea en algún porcentaje). Y me gusta, es más... a veces siento la tentación de "vagar sin meta" así, y en mayor medida, sobre todo en el blog, tanto como hago en la "vida real" donde me dejo llevar por el histrionismo... Y a veces pienso en dejarlo y retomar mi dedicación a la literatura en exclusiva... lo que lleva a enfrentarse con "la industria editorial" que no tiene otro objetivo que dar con bestsellers o al menos con "novela histórica", "de vampiros", etc., es decir: no-con-lo-que-a-mi-me-gusta-escribir... qué le vamos a hacer (como siempre: o se escribe para pocos o se escribe para muchos). En fin... por ahora seguiré siendo el que soy hasta que quizás me vuelva un poco más mi otro yo...
    Un saludo y, si te apetece, espero tu visita por interés mío sin más.

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