Reflexiones en las fronteras de la cultura y la ciencia, la filosofía y la literatura, la melancolía y la esperanza
jueves, 23 de febrero de 2012
El neo del liberalismo
¿Cuándo adquirió el liberalismo esta adherencia que le ha convertido en un "pensamiento único" tal como lo calificó Pierre Bourdieu? Puede incluso datarse una fecha significativa: en abril de 1947 se reunieron en el Hotel du Lac en Mont Pelerin, en Suiza, un grupo de influyentes economistas y pensadores (en la foto se observa en la parte de atrás a Karl Popper y a Ludwig von Mises delante. Estaban también Friedrich von Hayek y Milton Friedman entre otros de los grandes nombres del siglo XX) para constituir una sociedad que influyera sobre los gobiernos, la prensa y el pensamiento académico promocionando una forma de liberalismo que hoy conocemos como neoliberalismo. Ha sido una de las redes sociales de mayor influencia política y económica de toda la historia reciente.
Uno de sus mayores éxitos ha sido precisamente su nombre, puesto que es difícil hoy declararse liberal sin ser confundido con esta gente. Han conseguido quedarse con la patente de un ideal que había comenzado a ser incorporado en todas las filosofías políticas serias. ¿En qué consiste el neoliberalismo? El historiador de la economía de Notre-Dame, Philip Mirowsky ha dedicado un volumen de una trilogía sobre el pensamiento económico contemporáneo a narrar la historia de esta ideología que nos ha ido conquistando: (Philip Mirowsky, Dieter Plehwe (eds) (2009) The Road from Mont Pelerin. The Making of the Neoliberal Thought Collective. Harvard University Press). En su epílogo resume en 10 ideas sus características principales. He aquí un resumen del resumen:
1. A diferencia del viejo liberalismo, que pensaba que se debería dejar en libertad a los instintos políticos de los agentes, el neoliberalismo apoya una intervención activa (muy activa) para imponer sus ideas. El neoliberalismo es lo contrario del 'laissez-faire': es un programa para construir un modelo de sociedad. Con políticas autoritarias si es necesario (Chile, ...)
2. La idea central del neoliberalismo es que el mercado es siempre un procesador de información mucho más eficiente que los estados. Y desde luego que cualquier cerebro humano, por reflexivo e inteligente que sea. Su idea de mercado toma prestadas nociones de la economía neoclásica, pero no debería ser confundida con ella (en ciertas cuestiones, como el alcance del mercado, por ejemplo, es incluso inconsistente)
3. Aunque es una construcción humana, el mercado debe ser tratado como una entidad natural y omnipresente. De hecho, el programa neoliberal extiende el mecanismo de mercado al mundo natural: la evolución, los nichos ecológicos, el código genético, la neuroeconomía, etc. De manera que el mercado adquiere la forma de un proceso "natural", como un sistema de "leyes independientes de escala", como rezan los eslóganes de la llamada cao-plejidad.
4. A diferencia de otras teorías libertarias, el neoliberalismo no pretende eliminar el estado sino redefinirlo, incluso busca un estado mucho más fuerte. Su ideal, sin embargo, es distribuirlo. Este programa, que se presenta como "des-regulación" del viejo proyecto burocrático moderno, tal como lo había estudiado Max Weber, convierte el estado en una asociación de agencias auditoras, de seguridad, de información, etc. donde la vieja burocracia es sustituida por estas nuevas estructuras cuya independencia queda garantizada por el mercado.
5. La vieja democracia siempre tuvo (desde el juicio de Sócrates) una tensión interna en las fuentes de autoridad y legitimidad: la racionalidad vs. la opinión. El neoliberalismo redefine la democracia asentando la legitimidad en la idea misma de mercado: desarrolla una teoría económica de la democracia. La política es tratada como un mercado y la acción política debe entenderse como el éxito en este escenario. De ahí que el neoliberalismo, a diferencia de los liberalismos, sea muy intervencionista en política. El estado ha dejado de ser el vigilante del mercado para convertirse él mismo en un mercado (de poder).
6. La idea de libertad es estrictamente negativa. La libertad no es algo que se conquista personal y colectivamente a través de una elaboración de la experiencia, en donde la educación ejerce una función esencial (como, por ejemplo, predicaba Dewey): la educación es un bien de consumo más que no interfiere con la libertad. Se considera que tal libertad es un datum, simple resultado de que los agentes son individuos racionales y autointeresados que ejercen sus voluntades en un escenario de competencia. El uso del conocimiento no puede extenderse desde el ser ejercido en la sociedad al conocimiento sobre la sociedad: la reflexividad no cumple ninguna función porque la sociedad no aprende de sí misma. Todo pensamiento sobre la sociedad es local y no permite políticas sociales generales (consideran que todo proyecto global conduce a una sociedad cerrada).
7. El capital debe tener libertad para moverse libremente a través de todas las fronteras estatales (el trabajo no tanto). Dado que esto conduce a un permanente desequilibrio en las balanzas de pagos en los viejos estados-nación, los neoliberales consideran aceptables agencias internacionales que obliguen a estos estados a aceptar las formas de mercado predicadas por la teoría. Lo que se conduce a la apariencia de imposición del mercado sobre la política (que es de hecho la imposición de unas formas de política sobre otras)
8. A diferencia del viejo liberalismo humanista, las desigualdades sociales, políticas, económicas, etc. no son un lamentable subproducto del mercado que hay que corregir sino una condición necesaria para el buen funcionamiento del mercado como estructura aparentemente natural . Las demandas de igualdad no son más que 'uvas verdes' de los perdedores.
9. A diferencia del pensamiento de los viejos liberales como Adam Smith o Henry Simons, las grandes corporaciones no son sospechosas, sino la forma más elaborada del éxito económico. Las leyes antimonopolio son también restos de las viejas formas del concebir el orden económico. De hecho las corporaciones deben ser tratadas como agentes políticos de primer orden.
10. El mercado es siempre suficiente para resolver los problemas, incluso los que crea él mismo. Por ejemplo, los viejos teoremas sobre los bienes públicos de la economía neoclásica, que eran tratados como 'fracasos de mercado' porque se suponía que el mecanismo de mercado no podía resolver el problema de la provisión de estos bienes (salud, bienestar, educación, etc.) se consideran ahora como bienes de club que pueden ser tratados por mecanismos de mercado mediante sistemas de acceso.
Así llegaron los neos al liberalismo.
6.
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Relacionada con la premisa nº 16, yo introduciría una esta premisa: el mercado nunca falla sino que se perfecciona. Cualquier problema de mercado se resuelve ampliando el mercado. Así, las políticas colonialistas se ven como una ampliación del mercado y no como una explotación en desigualdad de condiciones. De la misma manera, ampliar el mercado a los bienes más básicos (como Sanidad, Educación, etc) es un perfeccionamiento del mercado. En realidad ambas premisas constituyen falacias, porque es precisamente el bocado que se le da a los bienes tanto de los extranjeros como de los paisanos el que sostiene el mercado. Cuando no queda suficiente beneficio en las cosas --llamémoslas racionales- como la prestación de un servicio el beneficio se obtiene de ponerle un precio a lo que anteriormente era gratuito, o tomando el producto a la fuerza sin dar a cambio una retribución apropiada. Es por ello que el mercado es una misma falacia en sí misma: realmente enmascara al robo y a la esclavitud
ResponderEliminarEn definitiva, excusas para eliminar del cuerpo social el rechazo a la psicopatía. O dicho más brevemente: teoria del trepa. Muy interesante y muy bien explicado. Me gustaría saber cómo se adoptó el nombre neoliberalismo, ya que tengo entendido (no sé si mal entendido) que ese nombre sólo se le da en España. No quiero ponerme en plan hoygan, pero me gustaría, si fuera posible, una aclaración: ¿hay diferencias entre esos neoliberales y aquellos a los que los anglohablantes llaman neocons, libertarianos o anarco-capitalistas?
ResponderEliminarEl neo del neoliberalismo se debe a los analistas y acaso críticos. Los seguidores, si acaso se autoclasifican, lo hacen como "liberales". Pero en teoría política se distingue así del liberalismo tradicional, que a veces se expresa en partidos con ese término. Tiene que ver con el término neo-conservador, que desarrollaron los autores de la Teoría Crítica en los años 70 y 80 del siglo pasado. Con los "libertarios" es más problemático, pues algunos, aunque conservadores en general, son más teóricos de la presencia del estado que no necesariamente tienen una agenda política.
ResponderEliminarEn todo caso, la página de Mont Pelerin, que aún continúa, es interesante para ser visitada. Y en España la de FAES, que más o menos representa esta manera de entender la política.
Se ha dejado usted el número 11, hombre, que dice así: "A diferencia de la elegancia y contundencia de las viejas damas neoliberales, el neo-neoliberalismo se viste con ropa carente de todo glamour y peinadito príncipe valiente."
ResponderEliminar¡Ay, los socialistas de todos los partidos, cómo sufren!
Tiene razón mi amable lector anónimo. Se me había olvidado. El desastre estético es uno de los productos del neoliberalismo: se ha llenado el país de pelos teñidos, pieles estiradas y corbatas azul fosforito.
ResponderEliminarLos socialistas no sé cómo lo sufrirán, pero la gente a la que pertenezco lo aguanta con paciencia.
En cualquier caso, mi querido profesor, no reconozco la obra de Popper, Hayek o von Mises en la afrancesada descripción que usted nos proporciona. Será que los he leído en inglés.
ResponderEliminarSi algún día mi lector anónimo malo decide dejar de ser anónimo y quiere discutir en persona de Popper, Hayek y von Mises puedo explicarle por qué mi caracterización del neo liberalismo es una consecuencia de la inconsistencia entre el fragmentalismo que los tres sostienen sobre la representación de la sociedad (que se deriva de su repugnancia contra la econometría y el tratamiento estadístico de los mercados, que representaba, por ejempo Koopmans o Jacob Marschak) y su creencia (Hayek) en que el mercado es una fuente fiable de información.Pero esos tecnicismos probablemente no le gusten a mi politizado y sorprendente lector (¿qué le pasa a la ultraderecha que se dedica a leer e intervenir en estos sitios como si tuviésemos alguna relevancia? ¿no le basta con Intereconomía o La Razón?. Déjeme y déjenos en paz si no le importa. Ya lo tienen todo.
ResponderEliminarA los ultras les falta que la gente les tengan respeto y admiración. Lo que no entienden es que un mono es capaz de hacer lo mismo que ellos, con el suficiente dinero y con la suficiente falta de escrúpulos, y que si otros no hacemos eso mismo que hacen ellos es porque hemos dejado hace tiempo de ser monos. ¿Cómo van a despertar nuestra admiración -mucho menos respeto- siguiendo los métodos más antiguos del Mundo?. A lo mejor en épocas feudales...
ResponderEliminarEs curioso que finalmente no le quede más argumento que la descalificación; supongo que sentirse monopolista del bien le dispensa de responder y le otorga la facultad inquisitorial de escupir el adjetivo "ultraderecha", recurso típico no tanto de la izquierda sino de la mera soberbia acostumbrada a la adulación.
ResponderEliminarSe acabó. Me quedan muchos argumentos, lo que no me queda es paciencia. A mi tío el facha le aguantaba una hora de exabruptos mientras me entretenía, luego ya lo dejaba. Queda clausurado este (no) debate. Si quiere discutir argumentos, pídame una entrevista. Ya sabe donde encontrarme (es en lo que nos diferenciamos. Y siempre lo haremos. Mi gente siempre da la cara)
ResponderEliminarEl neoliberalismo va bien: Los principales gestores de fondos ganaron 13.200 millones de dólares en 2011
ResponderEliminarFernando, excelente artículo. Como enamorado de la Filosofía Política no esperaba encontrarlo en tu blog. Esperaba algo más en la línea de los libros tuyos que conozco.
ResponderEliminarMe gustaría saber a quién se refiere el autor cuando habla, en diversas ocasiones, de "mi gente". Agradezco tanto una definición intencional como extensional, pero preferiría esta última, si es posible y numerable.
ResponderEliminarEsta contado de tal manera que parece que fue en Mont Pelerin donde se decidieron los 10 puntos de Mirowski como si de una biblia se tratara. Esos 10 puntos son un resumen de características genéricas de posturas económicas calificadas de neo-liberales, por sus detractores, por cierto.
ResponderEliminarPorque en las críticas al neo-liberalismo siempre encontramos teorías de la conspiración, conciliábulos secretos con el fin de esclavizar a la humanidad y dominar el mundo?
Ya el primer punto es no falaz, sino simplemente falso, y denota un gran desconocimiento, o malicia. Se da a entender que el liberalismo chileno se va levanta un buen día con ganas de tomar el poder y da un golpe (Pinochet, 1973). Bien: el régimen de Pinochet fue muy intervencionista desde el el primer día, como toda dictadura militar, ya sea de izquierdas o de derechas*, pero a fines de los 70, después de que la economía estuviera aún peor que con el comunista Allende decide, a similitud de Franco 20 años antes, dar el timón de la economía a esos jóvenes economistas que han estudiado en Chicago. Ahí empiezan las reformas liberales de Chile, que han hecho de ese país, que era uno de los más pobres, desiguales y convulsos de LatAm, la democracia más próspera de aquel continente.
ResponderEliminarEl resto de puntos se mueven entre la falacia y el facepalm, y desde luego no me harán perder un minuto más, ya que no me pagan por comentar ocurrencias, lamentablemente.
Saludos
*el caso de España es un buen paralelismo: intervencionismo y autarquía hasta 1959, que curiosamente coincide con el periodo de aguda crisis de la economía española, que logra a duras penas, y sin visos de sostenibilidad, llegar siquiera el nivel de vida de 1936, y despegue económico a partir de ese año cuando, ante la reticencia de los militares, empezando por Franco (recordemos que habían estado 20 años aplicando lo contrario), se deciden a aplicar lo que esos economistas les dicen que va a ser lo beneficioso para el país. Tan desesperado está, Franco, que decide hacerles caso, a ver si eso —que tan antiintuitivo le parecía—funciona. No hace falta que cuente el desenlace: milagro económico de España en los 60.
Me importa conocer un poco de historia y aprender acerca de las ideologías políticas que se llevan a cabo en los distintos países. Ademas trato de explicar las preguntas de mis hijos y para ello internet es una gran fuente de respuestas sobre todo a la ultima que fue que es liberalismo
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