domingo, 4 de abril de 2010

La mujer que corre















Estas vacaciones he pasado en vilo horas del día y de la noche siguiendo los pasos de Ora, el personaje de la última novela de David Grossman, La vida entera.Ora es una madre cuyo hijo, Ofer, se ha vuelto a enrolar en el ejército israelí y es enviado a una misión de combate. Para evitar ser localizada en caso de que su hijo muera, escapa por los senderos de Galilea en compañía de un viejo amigo-amante....Es un relato emocional, emocionado y emocionante, que va dibujando con lentitud un complejísimo personaje que, tiene razón Paul Auster, tiene la calidad literaria de los grandes retratos de mujer de la historia de la literatura. Paul Auster ha dedicado su novela Man in the Dark a David Grossman:http://www.guardian.co.uk/books/2008/oct/29/paul-auster-interview. Sus elogios sobre este autor y sobre este libro son incondicionales. Le asusta, como a cualquier lector, que el libro fuera escrito y acabado al tiempo que le comunicaban la muerte de su hijo en los últimos días de la guerra del Líbano.

Ora está llena de lugares que se van abriendo lentamente a lo largo de la novela. De historias, de sentimientos. Que discurra en Israel no es casual pero es contingente. Es más que una historia de israelíes y palestinos. Es la historia de una mujer que no acepta la violencia en sus mil facetas que esconde en la vida. Es la historia de una mujer que corre y elige las sendas para escapar de la necesidad. Es un relato en el cruce de una historia de violencia y una historia de maternidad-paternidad. Es la historia de la vida misma en sus centros nucleares: la vida y la muerte, el amor y la guerra.

Este libro es como sal en una vieja herida: me duele la impotencia del pensamiento abstracto para hacerse cargo de estas zonas de la existencia en donde cualquier idea es mucho más peligrosa que las armas, y dónde sólo pueden penetrar los relatos con el cuidado que un cirujano pondría en no matar al paciente mientras interviene en su daño. Hay lugares que sólo pueden ser pensados mediante relatos. Grandes relatos.

Si La montaña mágica es uno de los grandes relatos sobre la I Guerra Mundial, aunque apenas aparezca allí, La vida entera lo es sobre el conflicto palestino-israelí. El sanatorio de Thomas Mann es ahora el sendero que atraviesa Israel y es recorrido en una suerte de exilio o peregrinaje simbólico. No encuentro que pueda ser pensado un conflicto así si no es mediante alguna metáfora que tome distancias de la exactitud para buscar en los lugares oscuros que están entre la realidad y la imaginación, el lugar donde realmente ocurren los conflictos.

Me resulta tan cercana la desesperación de Grossman por no ser entendido, el grito de Ora por no ser entendida, que cuando miro a mi alrededor ya no puedo ver lo que me rodea sino como un lugar de ruido y furia. Y me acuerdo de León Felipe:

¿Por qué habéis dicho todos
que en España hay dos bandos,
si aquí no hay más que polvo?

1 comentario:

  1. Maravilloso, profesor. Los libros tienen ese algo que es tan dificil de encontrar en el mundo en que vivimos, dado que casi tod@s lo viven con superficialidad.

    La historia del conflicto israelí y palestino, la lucha por una tierra, como la mayoría de las luchas importantes, tiene raíces históricas y sentimentales profundas.

    Maravilla leer un libro que profundice en el interior del ser humano igual que maravilla leer libros que profundizan en las raíces del sentimiento por una tierra. Y maravilla leer libros que profundiza entre las relaciones de los seres humanos con su tierra, que al fin y al cabo es también el estudio de las interrelaciones humanos con los paisanos.

    Maravilla apreciar que hay más profundidad que la diversión, las copas, el sexo facil y el gusto propio, porque ahora todo eso se echa mucho de menos.

    Por cierto, en España hay más que polvo, como decía otro poeta: "hay buena gente que se desvive, caminan, cantan y piensan". Y están también Unamuno y Espinosa, entre otr@s. Y los poetas :)

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