viernes, 11 de febrero de 2011

Entonces, el silencio


Leo una historia, a su vez citada, en el libro del antropólogo David Le Breton, El silencio. Aproximaciones (Sequitur, 2009) (la historia está tomada de E.G.Belloti, Les femmes et les enfants d'abord. Seuil, 1983) : Un hombre sobrevive en un tiempo de silencio con su pareja. Están distantes desde hace muchos años. Ella siempre calla cuando están juntos. Cree que su pareja es callada. Un día llega a casa y oye que ella y su hija conversan y ríen sin parar. Al entrar él, callan.
Parecería una historia de miedo si no fuera una historia de la vida de las palabras (cotidianas). El silencio que habla más que las palabras. El libro de Le Breton está dedicado a todas las dimensiones del silencio. En este capítulo, al silencio y el género: al reparto de las palabras y los silencios por géneros. La historia sin embargo nos asoma al abismo de las relaciones humanas como relaciones basadas en la palabra y el silencio. Los silencios nos describen, a veces, aún más que las palabras.
Los filósofos han dedicado muchos volúmenes a la comunicación, a la acción comunicativa y a sus normas y condiciones. Necesitaríamos una filosofía de los silencios.

2 comentarios:

  1. Me ha recordado a un cuento de Vila-Matas, en la que un hijo se pasa lonce años completamente callado (y misterio, y desesperación de la madre, y psicólogos y llantos) hasta que un día abre la boca para quejarse de las natillas.
    - Por qué no habías hablado antes?
    - Hasta ahora todo estaba bien.

    Jajajaja... estoy casi seguro de que estaba en "Hijos Sin Hijos", y me suena que el cuento se llamaba "Te manda recuerdos Dante".

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  2. En realidad era un chiste que contaba Eugenio hace ya mucho tiempo...
    Por concretar, vaya.

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