En este tiempo neobarroco que vivimos la búsqueda de la pureza artística, filosófica, arquitectónica, etc. parecen ya ingenuos sueños de un tiempo ido. Instalados en la sociedad del espectáculo como modo de vida cotidiana, miramos alternativamente el mundo y las pantallas como si fueran parte de lo mismo. Es la forma en la que vivimos y protegemos nuestra identidad. Así Guillermo del Toro, Hellboy II. The Golden Army, que por fin he logrado ver: película construida con derribos de nuestra iconografía. En un momento aparece en una pantalla de televisión un trozo de La novia de Frankenstein: la serie B como lugar de refugio, los comics increíbles, las historias de conspiración, etc. Nada que Cervantes no hubiera puesto ya sobre la mesa como material de meditación. En la misma tradición de ironía y melancolía, Guillermo del Toro crea un espacio onírico en el que el espectador deja de serlo para invitarle a un sueño de una noche de verano. Todo está ahí: el Bureau for Paranormal Research and Defense, de Mike Mignola, el dibujante de la Marvel, metáfora de la política contemporánea, Hellboy, un demonio bueno caído del infierno (¡que maravillosa forma de leer a Milton!), el surrealismo en imágenes,...
Cine de poesía contra cine de prosa, que fomentó Pasolini: lo extraño, lo arcaico, lo exótico, como materiales para repensar el presente. No es Guillermo del Toro original en esa forma de mirar, pero sí en las imágenes que construye, llenas de ternura e ironía (un ejército de cacharros hechos de trozos de hojalata y engranajes de la sociedad industrial). Hay más verdad sobre la Guerra Civil en el sueño de El Laberinto del Fauno y en El espinazo del diablo que en todo el costumbrismo barato de la filmografía española: Guillermo del Toro sabe que la imaginación es el encuadre adecuado para un espectador al que no asombra ninguna imagen. Wall-E, Hellboy II, El caballero oscuro: melancolía contemporánea cervantina, meditación sobre la sociedad del espectáculo, fascinación distante como la que consiguieron Los viajes de Gulliver dándole la vuelta a la literatura de viajes y naufragios, sarcasmo sobre la balsa de la medusa que había constituido la figura de la generación del desencanto (atención: Hellboy es "rojeras, rojo, rojón..."). ¡Celebremos que el ornamento ya no es delito!
Hola, Como te gusta la pintura,te invito a ver mi blog.
ResponderEliminarUn saludo
Me has metido ganas de ir a verla....
ResponderEliminarpor ahora este video te explica el futuro del cine e imagenes!!!!
http://www.youtube.com/watch?v=q00MN_iPJuE
No lo veas si no quieres dejar de soñar!
y esta realidad del futuro!
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/results?search_query=augmented+reality&search_type=&aq=0&oq=augmented+r