jueves, 25 de diciembre de 2008

Para vencer al tiempo

Me avergüenza estos días el saberme tan poco dispuesto a enviar a los amigos un recuerdo, de quienes, sin embargo, recibo cariñosos saludos. Me duelen todos esos momentos en los que tendría que haber dicho un te quiero, haber hecho una caricia, dado un abrazo, escrito un mensaje cuando estaba vivo el recuerdo y querría volver a ellos y recuperar su mirada; querría que mis palabras dijeran lo que mis sentimientos callaron: que os deseo a todos los cronopios con los que he tenido el privilegio de ir al lado por algún tiempo que tengáis una vida hermosa; que la mía tiene sentido porque estáis por ahí todos. Julio Cortázar lo hará por mí en este texto que os transcribo con cariño:


INSTRUCCIONES PARA DAR CUERDA AL RELOJ:

Allá al fondo está la muerte, pero no tenga miedo. Sujete el reloj con una mano, tome con dos dedos la llave de la cuerda, remóntela suavemente. Ahora se abre otro plazo, los árboles despliegan sus hojas, las barcas corren sus regatas, el tiempo como un abanico se va llenando de sí mismo y de él brotan el aire, las brisas de la tierra, la sombra de una mujer, el perfume del pan.
¿Qué más quiere, qué más quiere? Átelo pronto a su muñeca, déjelo latir en libertad, imítelo anhelante. El miedo herrumbra las áncoras, cada cosa que pudo alcanzarse y fue olvidada va corroyendo las venas del reloj, gangrenando la fría sangre de los pequeños rubíes. Y allá en el fondo está la muerte si no corremos y llegamos antes y comprendemos que ya no importa.


La imaginación vence al tiempo. Corred más que los momentos que perdemos: cronopios del mundo, ¡ sed felices!


4 comentarios:

  1. En esta Navidad, la primera sin mi madre, por mucho que me refugie en la imaginación -porque además no tengo otra opción- no puedo evitar el deseo de atrasar el reloj unas horas. La imaginación vence al tiempo, tú lo has dicho, pero por desgracia el tiempo es a veces tan implacable...

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  2. Los seres queridos que se han ido están mientras los recordamos, y siguen siendo parte de nosotros. Lo que la imaginación no puede, lo puede la memoria y el amor. Ánimo.

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  3. Una vida hermosa para ti también, Fernando. Cada día te vuelves más entrañable desde la lógica de tus comentarios. Un abrazo.

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