Reflexiones en las fronteras de la cultura y la ciencia, la filosofía y la literatura, la melancolía y la esperanza
viernes, 28 de enero de 2011
El final de la anarquía
lunes, 24 de enero de 2011
La liga de los sin bata
viernes, 21 de enero de 2011
Cuando éramos posmodernos
Digimodernismo, altermodernismo, hipermodernismo, automodernidad, performatismo..., nacen los adjetivos en los foros de los mandarines de la crítica cultural: Nicolas Borriaud, Gilles Lipovetsky, Raoul Eshelman, Robert Samuels, Alan Kirby,... La Tate Gallery ha dado por muerto el posmodernismo: un cadáver que llevará tiempo reconocer. En dos palabras, éste es el resumen de uno de los obituarios del posmodernismo: http://www.timeshighereducation.co.uk/story.asp?storycode=411731.
sábado, 15 de enero de 2011
La pasión dormida
Una noche, hace muchas noches, hace muchos años, en la tele, en un programa de máxima audiencia, entrevistaban a un banquero, el banquero del día, acababan de hacerle doctor honoris causa por la Universidad Complutense de Madrid. Alto, guapote, simpático, de intensa mirada. La entrevistadora le preguntó si acaso conocía los grupos del momento. El banquero citó de memoria todo el rock radical: La Polla, Siniestro Total, Barricada, ...., todos, todo el paquete. Los más duros. Anarcos puros. Unos meses más tarde ese banquero caería en desgracia y sería condenado por fraude. Hoy imparte lecciones de ética en una de las emisoras de la derecha extrema.
miércoles, 12 de enero de 2011
En ningún sitio como en casa
martes, 4 de enero de 2011
Demasiada realidad

La exposición de Gaugin se ordena en relación con el impacto que tuvo sobre Gaugin la exposición universal de 1878 en París, cuando se abrió en museo de Antropología del Trocadero, donde se pretendía una colección de todos los "tipos" humanos. Las relaciones entre el origen de la etnografía y el imperialismo están suficientemente señalados, así como la cierta mirada presuntamente objetivizante de la fotografía en la construcción de la imagen del salvaje. Pero no se ha reparado mucho, creo, en la subversión de lo real que aportan los fauvistas. A la fotografía "real" respondió Gaugin desarrollando una subversión imaginaria del mundo salvaje. Donde el antropólogo veía salvajismo (todavía Levi Strauss hablaba de pensamiento salvaje) Gaugin vio la esquina del paraíso, un mundo otro donde la imagen oficial era la de la choza y la mujer con lo pechos descubiertos. Bien sabía Gaugin, en su viaje interior a los mares del sur, que lo que le rodeaba no era ya salvajismo sino explotación, esclavismo para las mujeres y alcoholismo para los hombres. Pero él subvirtió las imágenes y creó un Tahiti soñado con mujeres ensimismadas y misteriosos títulos en un lenguaje que él ignoraba, pero del que tomaba prestadas palabras sonoras para ponerle música a sus imágenes.


Todo es espectáculo, sostiene la teoría de la sociedad del espectáculo. Pero lo cierto es que perecemos de realidad. Se ha tomado demasiado en serio la idea de que, porque la realidad se vea como imagen, todo es simulacro. Pero hemos perdido a Gaugin: hemos perdido la capacidad de subvertir lo real y transfigurarlo, de crear realidades imaginadas, porque ya nos hemos emponzoñado de realidad. En cien años hemos tirado a la basura nuestra capacidad de imaginar. Sostiene Zizek que la realidad se ha hecho ideológica. Demasiada realidad.
miércoles, 29 de diciembre de 2010
El arte de la distancia
Según muchos pensadores contemporáneos muy cercanos a las tesis de la sociedad del espectáculo de Guy Debord, la función de la ideología habría ya desaparecido en las formas contemporáneas de capitalismo. La ideología, para la filosofía marxista, tiene como función ocultar la realidad y las condiciones reales de existencia, la naturaleza social de los vínculos que atan a los grupos y clases, y presentar como sustituto la idea de fuerzas naturales que hacen que parezca natural y necesario lo que no es sino artificial y contingente. En la sociedad del espectáculo rige por el contrario una razón cínica donde todos saben lo que pasa, pero no importa. La ideología ya no oculta, al contrario, hace visibles los lugares y puestos de cada grupo y clase. No hay nada que ocultar porque, sostienen estos autores, se ha creado ya la convicción de que no hay alternativa posible. Todo es imagen, simulacro, todo está a la vista: disfrutamos de los placeres y los dolores del mundo a la hora de las noticias. Nadie se engaña. Pero el efecto es el mismo: saber que es artificial no cambia la convicción de que no hay alternativa.
jueves, 23 de diciembre de 2010
También se cantará en los tiempos oscuros
(Paul Klee: El ángel olvidadizo)VII
Siempre puede haber un tiempo de inocencia.
Nunca existe un lugar. O si no existe un tiempo,
Si no es cosa de tiempo, ni de espacio,
Existiendo, a solas, en su idea,
En el sentido contra la calamidad, no es por ello
Menos real. Para el filósofo más frío y más anciano
Hay o debe de haber un tiempo de inocencia
Como puro principio. Su naturaleza es su fin,
Que debería ser y no ser a un tiempo, una cosa
Que estimula la piedad de un hombre piadoso,
Como un libro al atardecer, hermoso pero falso.
Como un libro al alba, hermoso y verdadero.
Es como una cosa de éter que existe
Casi como predicado. Pero existe,
Existe, y es visible, existe, es.
Así, entonces, estas luces, no son un hechizo de luz,
Un refrán caído de una nube, sino inocencia.
Inocencia de la tierra y no un signo falso
O un símbolo de malicia. Que participamos
De eso mismo, yacemos como niños en esta santidad,
Como si, despiertos, yaciésemos en la quietud del sueño,
Como si la madre inocente cantase en la oscuridad
De la habitación y en un acordeón apenas oído,
Crease el tiempo y el espacio en el que respirábamos..
(Wallace Stevens)
Que la felicidad os encuentre disponibles
domingo, 19 de diciembre de 2010
Producción de ausencia

jueves, 16 de diciembre de 2010
El avatar del cuarto de al lado
"Cada cuarto propio comporta la posibilidad de contener un ojo que mira o su equivalente óptico artificial. La mirada viene dada por el pensamiento de que puede haber alguien al otro lado que observa. Cada edificio repleto de ventanas esconde en cada una de ellas, apagadas, la contingencia de camuflar un ojo voyeur, la eventualidad de ser una ventana indiscreta.

sábado, 11 de diciembre de 2010
Los que confunden la vida y el lenguaje
miércoles, 8 de diciembre de 2010
La noche de la valquiria
Ayer tuve la suerte de asistir (a la distancia proletaria que permiten las emisiones en directo a cines) al estreno de La Valquiria de Wagner en La Scala de Milán dirigida por Daniel Barenboim. Afuera, los italianos se manifestaban contra los recortes económicos en cultura y educación que está infligiendo el estado (italiano, todos). Se tocó el himno nacional (estaba presente el presidente Giorgio Napolitano) y, a continuación, el director, siempre consciente de su lugar y tiempo, comenzó por declarar su preocupación por el futuro de la cultura en Europa. Leyó el artículo 9 de la constitución italiana que promete la protección a la cultura científica y humanística y, tras un encendido aplauso, dio comienzo a la representación. Era imposible que tal marco no determinase la interpretación.
La Valquiria es la parte de El anillo del nibelungo que ilumina más el mundo de los hombres: héroes y villanos, amores y odios de tribus. Los dioses (Wotan) son conscientes de su pecado: se han vendido al oro y ahora están amenazados por los ejércitos del mal: los ejércitos del nibelungo Alberich, que abominan del amor y representan la fuerza del poder del dinero, les amenazan y la lenta recolección de héroes muertos que Wotan ha emprendido no bastará para detener el curso de la historia. Creen los dioses que sólo un héroe (humano, libre) puede salvarlos. Wotan ha creído ver en el Welsungo Siegmund el sueño de este héroe (que los dioses sueñan con un héroe humano es el mensaje de Wagner. Que los dioses estén enfrentados a un destino trágico es el tema que resuena en el heideggeriano "demasiado tarde para los dioses, demasiado pronto para el Ser"). El héroe también está destinado a un fin trágico: los dioses tienen que elegir entre la moral del héroe y la moral convencional y eligen la última. Siegmund es condenado pero la Valquiria Brünnhilde salva el futuro (Siegfried) a costa de su propia inmortalidad: su precio es convertirse en humana.
Metáfora de la aristocracia cultural alemana en decadencia ante los ejércitos de la burguesía y el mercado, las parábolas de El anillo de los nibelungos sonaban anoche como trompetas que llamaban a un juicio final a los señores de Europa. Amor contra mercado, héroes contra dioses, valentía frente a los miserables que mandan. Weslungos por los bosques en perpetua huida de los bárbaros interiores, condenados al sacrificio por las diosas de los mercados (¿por qué se parecería tanto la diosa Fricka, esposa de Wotan (Ekaterina Gubanova) a Ángela Merkel?).
lunes, 6 de diciembre de 2010
Retorno al eterno retorno
domingo, 28 de noviembre de 2010
El tedio y la atención
"Todas las cosas dan fastidio. Nadie puede decir que no se cansa el ojo de ver, ni el oído de oír. Lo que fue, eso será; lo que se hizo, eso se hará: nada hay nuevo bajo el sol. Si algo hay de lo que se diga: "Mira, eso sí que es nuevo", aún eso era ya en los siglos que nos precedieron. No hay recuerdo de los antiguos como tampoco de los venideros quedará memoria en los que después vendrán"
miércoles, 24 de noviembre de 2010
martes, 16 de noviembre de 2010
Gente que se copia a sí misma


domingo, 14 de noviembre de 2010
Retablos de maravillas



sábado, 6 de noviembre de 2010
Después del apocalipsis
lunes, 1 de noviembre de 2010
Los tres marcels
viernes, 29 de octubre de 2010
Lados del lenguaje
y ayudar al héroe en su tarea
de alentar algo hasta convertirlo en sus propios pensamientos,
Noms de Personnes, Noms de Pays
como Proust enseñó le tout Paris
su pequeña frase
intentando conseguirlo entre el dolor y su expresión.
La vida yace entre Combray y Illiers.
No es imposible que las reflexiones en torno a una magdalena
iluminen una mente,
pero un hombre que quiere detalles concretos
grita de dolor
con la superficie afásica de los objetos y sucesos
de un día,
sólo puede elegir la boca con la que dice:
debería haberme gustado escribir un buen libro.
Eso no ha ocurrido
pero ya pasó el tiempo en que podía mejorarlo.
Verónica Forrest-Thomson. Traducción de Raúl Díaz Rosales. Poesía. f. figura de pensamiento. Antología
