sábado, 5 de julio de 2008

El robot tímido

Cierra el curso de Arte y Ciencia Ricardo Iglesias, tecnoartista, amigo, gente que hace filosofía con artefactos que hablan más claramente que las palabras y las imágenes, inquieto y profundo. Alude a la otra tradición escondida, la de las máquinas que temen a los humanos, la de los robots de RUR de Kapel, perseguidos por los humanos, aún no están preparados para convivir con sus propios productos. Muestra muchas creaciones de estos nuevos ingenieros artistas, entre ellas su "robot autista", José, que tiembla y se agobia cuando hay muchos humanos delante. El tecnoarte se refugia en lugares y espacios aún abiertos como los medialabs donde conviven adolescentes, ingenieros, poetas, filósofos, frikis, flâneurs, ..., tan distintos a los museos, esos nuevos espacios sacros divididos por la frontera de los legos (nuevos turistas) y los sacerdotes (curadores... ¿por qué no llamarles ya directamente curas?, artistas,..., señores de la palabra y la imagen): no saben aún que el arte ha muerto.
Cuando uno empieza un blog siendo un emigrante, no un nativo, en el mundo-tic (tecnologías de la información y comunicación) los sustos, chascos y ridículos están a la orden del día. Mi propia experiencia: la habréis podido comprobar en este blog. Al menos sí Abelardo, que con delicadeza y oportunidad me lo hace saber: tenía yo un empecinamiento en responder a un presunto loco que me enviaba mensajes en inglés inconsistentes y a veces insultantes. Me informa de que son robots-spammer que conectan con páginas de apuestas. Hasta aquí podría haber sido sólo ignorancia si no me hubiese empeñado en responder a estos robots. Son los otros que nos embroman y nos hacer saber hasta qué punto somos adictos al sentido, a darle sentido a lo que no lo tiene aún cuando es evidente que no lo tiene. Me pregunto qué habría escrito al respecto Montaigne, el primer bloguero, al que Carlos Thiebaut ha logrado por fin aficionarme. Le habría servido para meditar sobre nuestra triste condición cada vez más desbordados por nuestras propias obras.
Pero sí, no es sencillo convivir con lo que hacemos. Estamos tan orgullosos de nosotros mismos que no hay quien tenga dudas respecto a lo objetos que nos rodean. Como en el fútbol, todos somos ingenieros de nuestros cacharros. Y sin embargo, cuánto ignoramos hasta de un humilde lapicero. Se nos olvida que las máquinas son el último reino de la vida. Creemos que no están vivas porque dependen de nosotros, como si las plantas no dependieran de las abejas sin dejar de estar vivas por ello. Hay más cosas en el mundo de las que imaginamos.
Ahí os dejo uno de sus robots, pertenecientes a la instalación "Esfera tecno-humana" (http://www.mediainterventions.net/index.html):

3 comentarios:

  1. un mundo muy interesante el de los robots.. cyborgs etc...

    Hasta qué punto son arte y tecnología, o simplemente queremos representarnos como máquinas perfectas, sin errores?

    Tiene una máquina alma? y la inteligencia artificial? qué me dices sobre este tema?

    Programar o razonar????

    Si te digo la verdad, lo que nos va diferenciando del mundo virtual o tecnológico, es lo que tu dices: tenemos errores dados por los sentidos, hay que interpretar siempre lo que nos dicen o está a nuestro alrededor. Dar sentido.

    Libre albedrío! qué importante es.

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  2. Aquí te dejo un vídeo sobre robots, pero acerca los estados emocionales.

    Se construyen robots para que les entendamos... siempre a través de los estados emocionales, interpretan nuestras emociones... pero nosotros somos quien les programamos no?

    Quien tiene problemas para socializar, le ponen un robot para ver si pueden mejorar su comportamiento... con un robot!! Llegan a romper su estado emocional.

    Conclusión: no dejemos las emociones de lado, son la base del entendimiento!!

    http://www.youtube.com/watch?v=OrOiDfBYi3M

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  3. un vídeo irónico...
    http://www.youtube.com/watch?v=OGxdgNJ_lZM

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