Canta Rilke en uno de los poemas que aparecen en sus Sonetos a Orfeo,
Sólo quien comió con los muertos
la adormidera, la de ellos,
no volverá a perder
el sonido más leve
Ha descendido a los infiernos pero de ellos no trae a su amada: las imágenes no vuelven, los sueños se desvanecen al ser mirados. Pero ha sido capaz de recordar. A cambio no volverá a perder el sonido más leve.
Hay cualidades de Orfeo que me subyugan: la fragilidad, que le convierte en figura opuesta a todos los demás héroes guerreros, la sensibilidad, la atención. Es frágil pero ha descendido a los infiernos por amor: no cabe esperar mayor valentía de nadie; ha ido a donde los ángeles y héroes no se atreven a mirar. De allí ha traído la capacidad de escuchar: ha comido con los muertos la adormidera, la fuente del sueño y ahora está atento al mundo.
Pienso en una generación, la mía, y en los muchos que descendieron a los infiernos: tiempos de adormidera y paseos por el lado salvaje del que los mejores no volvieron (Lou Reed les dedicó a todos ellos un hermoso disco, Magician). Aprendieron a escuchar cuando todo era ruido y furia. Pienso en ellos, ahora que los aparentemente fuertes sólo saben gritar. Pienso en Orfeo destrozado por la furia, y me veo llevado de su mano al Hades a intentar rescatar una imagen de la memoria. La de Eurídice en la niebla llevando una maleta:

Una pequeña corrección: el disco de Lou Reed del que hablas se llama "Magic and Loss"(1992). Excelente entrada, por otra parte.
ResponderEliminarCierto, magician es la canción que más me gusta
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