Reflexiones en las fronteras de la cultura y la ciencia, la filosofía y la literatura, la melancolía y la esperanza
miércoles, 31 de marzo de 2010
Cultura material
jueves, 25 de marzo de 2010
Vivir entre paréntesis
sábado, 20 de marzo de 2010
La tentación del sosiego
domingo, 14 de marzo de 2010
La crisis de la racionalidad y la racionalidad de la crisis
lunes, 8 de marzo de 2010
Cuán difícil es
Tuve una conversación con Carlos Thiebaut a propósito de mi tesis sobre la violencia fundacional, y me reprochó, con razón, que nuestra cultura es un escudo que hemos ido construyendo contra la violencia, que no podemos estar en la eterna sospecha de lo que hay, en el escepticismo y la paranoia de la conspiración del poder violento, que los fundamentos del estado no son siempre los de la violencia sino también los de la protección contra la violencia del insolente. Es verdad: la violencia fundante no es siempre la violencia constituyente. Esa es nuestra esperanza. Pero, ¡cuán difícil es! Pienso, y aquí os lo ofrezco, en la imagen que da la crisis actual. Los que organizaron la crisis, y se están aprovechando de ella, nos ordenan las recetas para salir de ellas más domesticados. El poder del Estado, dentro de unos años, habrá retrocedido varias décadas. El Estado, el tercer y cuarto estado que dieron nacimiento al estado moderno, se han terminado creyendo que poder y gobierno son lo mismo. Y no, sólo los ingenuos lo creen. Que los acusados acusen al juez, que los organizadores de la crisis acusen a las víctimas de no apretarse el cinturón, que ...
La revista Sin Permiso publica esta entrevista que no puedo sino reproducir. Son las palabras de alguien que ha visto desde cerca las fauces del poder. Stiglitz presidió el FMI; sabe, no de oídas, de qué habla.
¿Lograremos que la no violencia constituyente se imponga a la no violencia fundante?
Stefano Lepri entrevistó a Joseph Stiglitz para la revista italiana Il Granello di Sabbia
“Es una paradoja absurda –se enfervoriza Joseph Stigliz, premio Nobel de Economía 2001– una ironía de vuestra historia europea ¿No se dan cuenta? Los gobiernos han contraído muchas deudas para salvar al sistema financiero europeo, los bancos centrales mantienen bajas las tasas de interés para ayudarlos a recobrarse, no para favorecer la recuperación. Y, ¿qué hacen las grandes finanzas? Usan las bajas tasas de interés para especular contra los gobiernos endeudados. Consiguen seguir ganando dinero sobre el desastre que ellos mismos han generado”
¿Qué puede suceder ahora?
“Esperen. Esto no termina aquí. Los gobiernos decretan medidas de austeridad para reducir el endeudamiento. Los mercados consideran que no son suficientes y siguen especulando con sus títulos a la baja. De este modo los gobiernos se ven obligados a agregar medidas de austeridad. La gente común pierde aún más, las grandes finanzas ganan todavía más. Moraleja de la fábula: culpables premiados, inocentes castigados”
¿Cómo se puede remediar?
“Tres puntos, primero: nada de dinero para la especulación. Tanto en los EE.UU. como en Europa, los bancos necesitan nuevas normas. Deben financiar las empresas productivas, no los hedgefunds. Es necesario impedirles especular”.
Una palabra. Si el gobierno es quién va a dirigir el crédito, se correra el riesgo de que se distribuya aún peor
“No lo creo. En mi opinión se puede y se debe intervenir. Segundo: es necesario imponer tasas impositivas muy altas a las ganancias del capital. Hoy en día para vivir resulta más ventajoso especular que trabajar. Debe volver a ser al revés”.
¿Y después?
“Tercero: en Europa debéis apoyar a los gobiernos en dificultades”
Se corre el riesgo de premiar a los políticos que gobiernan mal
“No. La prueba es España. Actualmente se encuentra en dificultades sin haber cometido errores. El balance gubernamental era positivo hasta el año pasado; el Banco central supervisó muy bien a los bancos, tan es así que fue citado como un ejemplo mundial. ¿Qué culpa tienen? Es cierto que también ellos vieron crecer la burbuja en el mercado inmobiliario y la detuvieron. Pero es el error que todos cometieron. Estaba en el espíritu del momento. Lo inspiraba la ideología neoliberal que ha dominado por años.”
En Grecia sin embargo han errado. Hasta han falseado las cuentas.
“No el actual gobierno, sino el precedente. Sufrieron la crisis de la navegación comercial, un sector muy importante para ellos y la caída del turismo, en síntesis ¿Por qué debemos obligar a la gente a realizar más sacrificios si no es culpable?”
La deuda está. Los Estados, tarde o temprano, deberán pagarla.
“Pero ¿Por qué debemos dar siempre más facilidades a los mercados? Los mercados no se comportan racionalmente, lo hemos visto por la manera en que se produjo la crisis. Entonces, ¿Por qué deberían tener razón al pedir más sacrificios a los ciudadanos de aquellos países? Y aunque la tuviesen se comportan de manera demasiado errática. Y para terminar, aquí está en curso un ataque especulativo, no es que si uno se porta bien no lo culpan sino que si te pueden dejar afuera, te dejan”
¿Qué podemos hacer en Europa?
“Deben construir mecanismos de solidaridad entre los Estados. La Unión debería disponer de más recursos. Se gasta un montón de dinero en la política agraria común que es un derroche mientras que…”
Se podría invertir en títulos europeos, los Eurobonds
“Ciertamente. Y además hay que poner impuestos a las actividades nocivas. Sobre todo a dos: las finanzas y las emisiones de anhídrido carbónico. En los EEUU también”
¿Logrará Obama imponerse a los bancos?
“Será una larga batalla. Pero la gente tiene mucha bronca y el presidente lo sabe. Los banqueros tienen a toda la población en su contra”
El Congreso está reacio
“Espero que no haya que llegar a otra crisis antes de que se pueda poner a las finanzas bajo control. Sería realmente triste. Piense en todo el daño que han causado. ¿Sabe usted que según las estimaciones del CBO, Oficina de Balances del Congreso, la desocupación comenzará a disminuir sólo a mitad del decenio? Éstas son cosas que la gente sigue recordando durante mucho tiempo.
Joseph Stiglitz fue Premio Nobel de Economía en 2001.
Traducido para www.rebelion.org por Susana Merino