Según todos los expertos la crisis económica española tiene su particular infierno en la burbuja de la construcción. Me niego a aceptarlo. En España faltan construcciones y constructores. Es verdad que sobran acumuladores de ladrillos, multitudes de especuladores que, en un horrísono ejercicio de vulgaridad y uniformidad, han llenado el paisaje de estridencias, farolas, granitos, a(c)osados, torres de apartamentos playeros, casas rurales,..., imaginarios de un país que se creyó rico cuando sólo era hortera.
Nos faltan construcciones y constructores.
Ojalá construyamos los paisajes y las ciudades: es nuestro proyecto pendiente. El barroco español fue la gran resemantización religiosa del paisaje: un pueblo hundido por la guerra y la miseria usó sus últimas fuerzas en llenar la estepa de los catafalcos de su fe. Desde entonces casi todo ha sido miseria pequeño-burguesa.
Pero todo podría ser de otra manera: algunos resemantizadores posibles podrían ser nuestros nuevos constructores que hicieran, como cantaba Labordeta, de esta tierra dura y salvaje un lugar y un paisaje. Me refiero entre otros a Basurama, http://www.basurama.org/, un grupo de arquitectos radicales que proponen re-construir el paisaje urbano con las mismas basuras que tiramos y, me atrevo a proponer, reutilizando la misma basura de paisaje que han hecho los alcaldes y enladrilladores de nuestra contemporaneidad.
En Latina, en la ruina de una instalación deportiva que nos ayudaba y que don Gallardón destruyó hace unos meses para levantar algún día otro enladrillado endeudándonos más a los ciudadanos, han propuesto una instalación colectiva que es como un canto de los paisajes simbiontes que tendríamos si tuviésemos constructores.
Más Basurama por favor: ¡construyamos la ciudad sobre las ruinas de los enladrilladores!
Debajo de los adoquines está la playa. Dejémosla salir.
Nuestro futuro será el alzado de la ruina.
Excelente idea. ¿Por qué no proponemos una Basurama universitaria para ver qué puede sacarse de todo el desecho y el excremento en que los reformadores han convertido la Universidad? Puede ser muy útil, por ejemplo, tratar de armar, de la manera más radical posible, unos estudios novedosos a base de lo que quede de los masters lucrativos (montados por los profesores para ganar dinero y por las empresas para ganar pedidrí) y de los grados esqueléticos (montados por los profesores aburridos de sus disciplinas para destruir estas y por las empresas para hacer imprescindibles los masters de pago). Ya que los especuladores nos han dejado una Universidad-basura, seamos, por lo menos imaginativos.
ResponderEliminarBueno, en eso estamos: yo al menos soy parte de la ruina (malo, triste, solitario, final) y estoy empezando un máster sobre ella, puedes consultarlo en la red. Me encanta tu optimismo: hubieras debido vivir la universidad que yo tuve. Tal vez habrías disfrutado de los teólogos casposos, moralistas recocidos, historiadores sin historia, paseantes de cartera, aspirantes a cátedros, tiralevitas, huelepedos, jilipollas de voz cavernosa, coleccionistas de lo obvio, mancomunados de la burocracia, hipercríticos supersuspicaces acojonados. La universidad era una fiesta. Era la época de oro de la universidad.
ResponderEliminarSin embargo, tanto bajo la Universidad como bajo la ciudad se esconde la naturaleza... debajo de la aparente fatalidad y de la circunstancia casual, del afan de lucro y de la abundancia de lo mediocre, existe la chispa de la vida, en la Universidad está el afán de conocimiento, en la ciudad las ganas de con-vivir de una manera justa y equilibrada. Claro que siempre habrá embaucador@s y aprovechad@s; sin ell@s no tendría significado (no podría medirse o compararse) su contrario
ResponderEliminarUf!, llevo tiempo leyendo este blog. Unas veces no entiendo lo publicado, otras sí y en este último caso, a veces estoy de acuerdo y otras en desacuerdo. Pero siempre he leído crítica de su autor, entre líneas o muy explicita, premeditada o no. Esa crítica es la plusvalía de los textos en sí mismos. Me gusta mucho que así sea, crítico porque la crítica es uno de los pasos necesarios para mejorar. Por eso me sorprende que FB haya reaccionado así al comentario de La Sobrina de Rameau. Parece que le ha molestado y ha dicho pues mira, pero eran antes. Eso es cierto que peor era antes pero eso no es un argumento válido para responder a la crítica de La Sobrina... Me ha sorprendido FB y espero que esa interpretación mía no responda a la intención de aquel
ResponderEliminarGracias Miguel: sí, mi comentario puede parecer extemporáneo. Agradezco las críticas, pero mi respuesta a una opinión que La sobrina de Rameau hace aprovechando mi entrada,no es la respuesta a una crítica sino mi reacción a su opinión: los procesos actuales de cambio de la universidad. Mi opinión está por definir en lo que respecta a los procesos de cambio, pero, personal y modestamente, porque formo parte de ello, me parece que la basura es la que ya hay, no la que se está originando. Y que precisamente lo que se está haciendo, más mal que bien, es reciclar la basura que somos. Adecuarla al mercado no es que sea malo ni bueno: es que es casi imposible.
ResponderEliminarPero por Dios, hombre, qué sutil y elegante eres. Por qué no decir, simplemente, que el comentario de La sobrina de alguien te dio por los cojones, y que tu reacción fue consecuente? Mira que estás más que justificado y, además, lo bien que viene de cuando en cuando...
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