viernes, 13 de mayo de 2011

Lo que queda del día

Son hermosos y profundos estos conocidos versos con los que se inicia Cuatro Cuartetos de T.S. Elliot

El tiempo presente y el tiempo pasado
están quizá presentes los dos en el tiempo futuro
y el tiempo futuro contenido en el pasado.
Si todo tiempo es eternamente presente
todo tiempo es irredimible.
Lo que quizá podía haber sido una abstracción
que queda como perpetua posibilidad
solo en un mundo de abstracción.
Lo que podía haber sido y lo que ha sido
apuntan a un solo fin, que está siempre presente.
Hay ecos de las pisadas en la memoria
allá por el pasadizo que no tomamos
hacia la puerta que nunca abrimos
a la arboleda. Mis palabras tienen eco
así, en vuestra mente.
 Vivimos en un presente continuo hecho de futuros y pasados. Pero entretejidos de muy diversa forma según el momento y la circunstancia. Vivir el tiempo sin límite, como en la juventud, teje la textura del futuro de muy diversa forma al tiempo limitado que uno siente ya en la piel a cierta edad: el pasado siempre tiene importancia, pero de modo distinto cuando el futuro está abierto que cuando está cerrado. Catástrofe y crisis, por ejemplo, son dos modos diferentes de presente continuo. En la catástrofe, como observamos estos días conmovidos, el tiempo se suspende y las reacciones de la gente nos sorprenden en sus modalidades de heroísmo o simple generosidad ilimitada precisamente cuando parecería que el egoísmo invita a barra libre. En la crisis, sin embargo, como me preguntaba la semana pasada, el tiempo se cuelga en el presente de otro modo: como un humo negro y maloliente que oscurece el futuro y el pasado. Germán Cano contesta hoy en El País, mucho mejor de lo que yo hubiera sido capaz, a la pregunta que suscitó algunos airados comentarios:
http://www.elpais.com/articulo/opinion/politica/paralizada/miedo/elpepuopi/20110513elpepiopi_11/Tes
La crisis es un tiempo vacío: sentirse en crisis es como sentirse el día antes del Apocalipsis. La vida se hace provisional en un sentido en que no lo es cuando envejecemos y sabemos que el tiempo que queda del día es corto. Entonces, algunos, saben vivir en un presente continuo lleno de las posibilidades que ofrecen el pasado y el presente. En la crisis, el futuro envenena el pasado y el presente. La crisis es el tiempo sin tiempo.  La crisis convierte el tiempo de la vida en tiempo ciego. Ya no oimos los ecos de las pisadas en la memoria allá por el pasadizo que no tomamos hacia la puerta que nunca abrimos. Crisis fue para los griegos un tiempo de enfermedad, cuando el mal entraba en esos momentos que derivan en curación o en agravamiento definitivo. Crisis es un tiempo sin tiempo, donde el azar se hace destino y no posibilidad. Un economista radical de hace años sostenía que el tiempo del capitalismo es precisamente la crisis: no es un tiempo de debilidad sino su tiempo de triunfo, el horizonte de su aspiración. Desde hace más de un siglo ha ido derivando en un juego de azar, en una continua apuesta por "futuros" que, desgraciadamente, no son sino formas de destino, modos de desubicar la agencia, de convertir un tiempo del que pudiéramos apropiarnos en un desierto de contingencia. Hace muchos, muchos años cantaba Silvio Rodríguez en "Causas y Azares" una metafísica de la crisis:
Cuando acabe este verso que canto
yo no sé, yo no sé, madre mía
si me espera la paz o el espanto;
si el ahora o si el todavía.
Pues las causas me andan cercando
cotidianas, invisibles.
Y el azar se me viene enredando
poderoso, invencible

En El Prado se conserva otra de las metáforas del tiempo de la crisis: El triunfo de la muerte, de Pieter Brueghel el Viejo.



Salir de un tiempo enfermo y recuperar el tejido que une el futuro y el pasado. Eso será salir de la crisis.


21 comentarios:

  1. ¡Protesto! ;-)
    No me parece que las preguntas que, legítimamente, algunos lectores han planteado en este blog en los últimos días queden respondidas aludiendo al artículo de Germán Cano (a quien, por cierto, tampoco le vendría mal ponerse a estudiar un poco más de historia económica -los comentarios sobre la crisis en la República de Weimar dejan mucho que desear-).
    La postura más o menos jamesoniana-althusseriana-marxiana de Cano en su artículo habla más de las obsesiones ombliguistas de la izquierda por tratar de explicarse un mundo que no se ajusta (o tempora, o mores!) a los ideales o modelos sociales de la izquierda, que del desarrollo real de los acontecimientos actuales.
    ¿Por qué no se rebelan las masas? O, más indisgante e inexplicable aún, ¿por qué la izquierda es aparentemente incapaz de despertar y conducir los maltrechos afectos de las masas? ¿Acaso porque estas son incapaces de elaborar una noción clara de cuál es el lugar que ocupan en la totalidad social del sistema capitalista?, ¿o porque no hallan la fórmula conceptual que articule, causalmente, esa invisible trama cotidiana que les asfixia y que enfanga su experiencia en la grumosa temporalidad de un presente que supuestamente los ata de pies y manos?
    ¿O simplemente, porque están viendo la tele, como comentaba sarcásticamente hace unas semanas Gabriel Albiac en un artículo sobre el 1 de Mayo y la ausencia de clase obrera en la escena pública?.

    Sr. Broncano, he estudiado y admiro sus reflexiones sobre las dificultades de la capacidad agente de los sujetos "en tiempos y lugares de oscuridad", y reconozco algo de ello en sus recientes post como intento de articular una reflexión filosófica sobre nuestros propios tiempos oscuros.
    Pero lo que quiza algunos lectores suyos no terminados de entender bien (y, al menos en mi caso, -y por el tono, creo sinceramente que también el de otros- esto no es en absoluto desaire, sino más bien perplejidad); lo que quiza, digo, no terminamos de entender es por qué acudir a las categorías de la ideología o directamente a una filosofía política usada cual creencia religiosa que organiza la visión de la realidad, en lugar de a los datos, para tratar de entender las cosas concretas, sobre todo alguien que afirma y, sin duda, demuestra importarle "saber en condiciones".
    Lo que a mi juicio aquí se planteaba estos últimos días eran preguntas más bien concretas sobre a qué responden esas formas de interpretar esta crisis, (porque cuando habla en sus libros y clases, por ejemplo, del surgimiento de la mente simbólica se apoya en investigaciones de psicología cognitiva o evolutiva, neurobiología, etc., y no alude al, pongamos, creacionismo..).
    Ésa me parece que era la pregunta, la duda de si -y la hago extensible al señor Cano-,no se trata a fin de cuentas más bien de un ¿inconsciente? intento de salvar la fe ideológica cuando de interpretar ciertos aspectos de la realidad se trata...
    Por ejemplo: las cifras económicas arrojan unas tasas de destrucción de empleo que se está produciendo a un ritmo hasta ahora desconocido en nuestro país, cierto; pero no es menos cierto que generaciones anteriores a las de los "jóvenes precarios" de hoy han sufrido tasas similares de desempleo, y por varias veces consecutivas en una misma generación (o hay que recordar aquel 24% de desempleo del 94?)
    ¿Por qué, entonces, esa culpa, como la que expresaba el post sobre la manifestación de "Sin casa, sin etc."? Y, llegados a ese punto, ¿por qué esa creencia en que la democracia no es suficiente para contener las protestas contra quienes, en un momento determinado, los ciudadanos deciden que no les gobiernan bien -por ejemplo, aplicando políticas que destruyen empleo-? Etc., etc.

    Se me dirá que todo intento de separar conocimiento y política es reaccionario, pero entonces, habremos de abandonar los instrumentos de la racionalidad teórica, y dirimir la cuestión en otros lares.. ¡al menos los viejos marxistas lo tenían claro, y, como diría Zizek, más nos valdría "Repetir Lenin"!.

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  2. "El terror y la ética son hermanos"
    Nicolás Gómez Dávila.

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  3. Las características sociológicas de a quién afecta esta crisis nos puede aclarar perfectamente su tipo; ¿o es que alguien ha visto que los bancos y las empresas importantes ganen menos?. Si lo primero que se ha hecho desde los Gobiernos ha sido subvencionarles con cientos de miles de millones de euros... en una crisis precisamente creada por ellos... el que se mueva está perdido. Si el mismo Albiac es un donnadie bien enchufado al poder de Ramírez

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  4. En fin, voy a ser el cuarto anónimo, ahora que esto del anónimato empieza a cobrar cierto prestigio entre los bien pensantes. En primer lugar, quiero dirigirme al tercer anónimo para pedirle que piense un poco y cuestione las verdades instituidas por el pensamiento blando de nuestra tierna socialdemocracia: eso de que esta crisis la han generado las empresas y los bancos.., querido niño, -pues permaneces en tu culpable minoría de edad-, mientras haya Bancos Centrales(cuyos responsables son siempre responsables políticos) los mercados actuarán siempre al ritmo que éstos marquen, y ese es un ritmo político, es decir, el precio del dinero no responde a la oferta y a la demanda sino a decisiones políticas. Ya sé que esto cuesta enterderlo desde el soleado pasto de una facultad de Humanidades pero con un poco de esfuerzo y algo de matemáticas puede conseguirse. Por otra parte, no hace falta que insultes al profesor Albiac: piensa que no todos estamos a la altura intelectual de, por poner un ejemplo trivial, Iñaki Gabilondo y, además, estarás de acuerdo conmigo en que para hacer la calle en el mercado de la sofística no sólo están legitimados quienes se alquilan a Cebrián; por ende, Albiac no trabaja para Ramirez, su mundo es otro.
    Y ahora, volviendo a lo relevante, el último post del profesor Broncano, yo, como el primer anónimo, también entiendo que las reacciones que se han suscitado durante la última semana no son airadas y que merecen reflexion y respuesta más allá de la lírica, -que en este caso, referida a lo que no es sino una crisis económica-, sí parece portar cierto aroma a creacionismo: ciertamente el capitalismo, siendo rigurosos con lo que la historia económica enseña, es crisis constante y crisis es crecimiento; por contra, el socialismo que ha existido, -no el que debería haber sido o el que imaginamos-, ha resultado un sumatorio de gulag, miseria, muerte y represión. Creo que sigue siendo relevante preguntarse por qué la izquierda occidental sigue escamoteando una complicidad tan silenciosa como criminal.

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  5. Contratada Doctoradomingo, 15 mayo, 2011

    Quizás el artículo de Manuel Cruz en El País de hoy, y en particular lo que dice al final, pueda ilustrar un poco lo que decía un anónimo del otro día, que tanto sacó de sus casillas al catedrático Broncano.

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  6. Greacias por todos los comentarios. Comenzaré por el último: No acabo de ver la relación del comentario del anónimo, que iba a favor de otros medios de selección que los de los méritos, con el comentario de Manuel Cruz, amigo y editor mío, con cuyo artículo coincido en todo, incluido su diagnóstico de que vamos hacia una universidad de precarios, porque las autoridades prefieren tener esclavos contratados que personal independiente.
    En cuanto a los comentarios del primer anónimo, que no sé si es el mismo de el anterior post (da igual): la verdad es que mi competencia en economía (y casi todo) es muy poca. No sé muy bien diagnosticar causas, y a veces no sé distinguir causas y efectos. Ahora que vamos a pasar a otra etapa política, en donde ayuntamientos, comunidades, el estado, la banca, los medios de comunicación, y la Comunidad Europea, quedan en manos de una opción política conservadora, creo que hay que desearles suerte. No es mi opción, si es que tengo clara cuál es la mía, pero vamos a ver. Los doce o dieciséis años que parece van a gobernar dan suficiente de sí para que nuestro amigo anónimo compruebe si tiene razón.
    En cualquier caso, creo que mi discurso es político en un sentido más profundo que el de las opciones disponibles. Tiene más que ver con cómo nos confrontamos y bajo qué imaginarios con los horizontes históricos en los que estamos.
    En todo caso, gracias por los comentarios. Incluso, o sobre todo, los que me irritan, supongo que tendrán razón o razones.

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  7. Anónimo del Otro Díadomingo, 15 mayo, 2011

    Soy el anónimo del otro día, el de los méritos de los profesores jóvenes. Naturalmente, puede usted decir en su blog lo que quiera, que para eso están estas cosas, no faltaba más, pero no creo que vaya a convencer a nadie caricaturizándome como un defensor de la promoción profesional de los docentes universitarios jóvenes por vías distintas de los méritos. Mire: eso de querer ascender por llevar la cartera a las personas mayores es un trauma generacional de ustedes que ningún menor de concuenta años entiende en absoluto. Aquí el único problema está en ustedes: una generación de burócratas psicodélicos que se emborrachó de economicismo y de reducción del conocimiento a criterios cuantitativos, que, nada más abandonar el maoísmo, vio en la privatización de la universidad la ocasión de sus vidas, que se ha identificado con las políticas académicas más destructivas y ultraliberales disponibles y que, cuando se trata de escribir blogs y alguna otra cosa, se apuntan al rollito alternativo porque ningún otro quedaría suficientemente bien. Ustedes han decidido tener a los jóvenes dando vueltas por el mundo con sueldo de limpiabotas hasta edades próximas a la jubilación y, lo que es peor, teniéndolos sometidos a un régimen de productividad intelectual artificiosa y grotesca que les impide sentarse un momento a pensar, todo ello para satisfacer criterios ridículos que benefician a los más tontos. Esa es la cuestión, sobre la que ustedes impiden, por cierto, que se hable con libertad, porque en la universidad que han construido ustedes solo se puede hablar para darles a ustedes la razón. Supongo que me contestará saliendo por los cerros de Úbeda y me da exactamente igual. Cualquiera que conozca un poco los ambientes académicos en que usted oficia como mandarín sabe bien de qué hablo. Así que las autoridades no quieren tener personal independiente... Vaya, vaya,

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  8. Señor anónimo cuarto, Albiac nunca ha sido ni será filósofo que pase a la Historia. Si a usted le gusta defiéndalo como ha hecho, pero por favor, no me llame niño porque ya he sobrepasado los 18. Por cierto, su forma de responder argumentos a contrarios deja mucho que desear, sin el más mínimo respeto. Quizás porque el niño es usted... eso sí, un niño de derechas como deja bien claro, con las típicas maneras franquistas. Por cierto, déjeme decirle que tiene una visión muy peculiar del capitalismo, y me parece cuando menos curioso que usted identifique capitalismo con progreso. Yo, por ejemplo, lo identifico con crisis ecológica y aumento de la desigualdad social, y con determinados agentes que se aprovechan de esas circunstancias. Es por ello por lo que veo la necesidad de una izquierda progresista, que no se identifica con gulags, de la misma manera que no se identifica a la derecha con fosas comunes y campos de exterminio. Ahora las cosas son más sutiles, aunque igual de sangrantes, y muchos son incapaces de conservar esa sutilidad en su propia manera de expresarse. O séase, se les ve el plumero antidemocrático contrario a la libertad de expresión

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  9. Lo que tiene narices (por decirlo suavemente) es la invectiva de Jon Juaristi contra Germán Cano en el Abc de hoy domingo. No dejen de leerla, aunque mejor en un rato de buen humor.

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  10. Para todos los anónimos, -y especialmente, para el niñato de la culpable minoría de edad, amamantado con demagogia priseña-, una frase del filósofo al que debemos la cultura de la sospecha y el concepto de progresismo: "In necessariis unitas, in dubiis libertas, in omnibus caritas". Y a don Fernando, ánimo: es obvio que la reflexión a la que incita con sus textos genera más emociones y discusión que la fiesta del Primero Mayo. (Por cierto, muy bueno el artículo de Juaristi en ABC).

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  11. Último anónimo: muy explicativo, explica cómo eres... impresentable... Afortunadamente los verdaderos filósofos razonan

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  12. Anónimo primero (distinto al anónimo del otro día)lunes, 16 mayo, 2011

    Madre mía,cómo están las aguas. Siento en la medida en que mi comentario inicial haya podido irritar a Fernando Broncano o al resto de lectores, o contribuir en la medida que fuere a respuestas partidistas que impiden toda reflexión. Sólo pretendía pedir y dar razones.

    Pero en cualquier caso, ¡Dios nos libre de 16 años de gobierno de nadie, pero de nadie! Con que pase efímeramente por el gobierno alguno que tenga claro que esto es una finca que no es suya y que tiene que gestionar bien y rendir cuentas (sí, gestionar, no hacer constructivismo con nuestros impuestos), me doy con un canto en los dientes, pero me temo que no caerá esa breva...

    Y claro que sí, eso es una opción ya de por sí concreta, que tiene igualmente un engarce determinado con posturas más profundas (una antropología liberal, por ejemplo), y no pretendo esconder ese vínculo, por más que éste pueda darse contingentemente de diversas maneras (y aquí se me volverá a poner cualquier San Benito berlusconiano.. en fin. Por economía de medios, me limitaré a remitir a la respuesta que Hayek dio en "¿Por qué no soy conservador?")

    Por lo demás, creo que por lo que preguntaba en mi primera intervención es precisamente por esos engarces ... pero podemos plantearlo en términos de fundamentaciones normativas, si no le interesan las discusiones sobre opciones concretas, pues además hay una diferencia epistemológica clave entre progresistas y otras filosofías políticas disponibles, que igualmente sería intereante discutir).

    Por eso entiendo a duras penas que el sr. Broncano esconda la mano cuando lanza la piedra. No vale movilizar determinadas retóricas, ni determinados imaginarios y luego pretender que porque uno no sabe economía, puede retirarse sin más reponsabilidades a un horizonte conceptual puro. Porque sí, ya sé que sus reflexiones son de más largo recorrido, pero una filosofía política que traba conceptual y experiencialmente lo que nos pasa o trata de dar forma a lo que quisiéramos que nos pasara, tiene articulaciones con opciones, palabras y gestos concretos (políticos en un segundo sentido), y no vale sustraerse a esa responsabilidad, ¡no al menos si en un primer momento se estaban hablando de cosas y crisis concretas! Insisto, yo no me pongo a hacer filosofía de la mente desde el creacionismo, sólo porque no sé de psicología cognitiva...

    En fin, mis más sinceros respetos y saludos para todos los lectores.

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  13. Conceptualizar una teoría no es sencillo. Muy a menudo uno intenta explicar lo que sucede en base a unos conocimientos previos, a una experiencia previa, pero uno mismo tiene una determinada base epistemológica e ideológica que puede condicionar los conceptos que se exponen. Desde mi opinión, esta es una crisis en la cual quien se mueva restringirá mucho su futuro, y daros cuenta que la mayoría sois muy jóvenes. Para mí esta crisis servirá para cazar gente, posibles obstáculos futuros para multinacionales, iglesias y otros poderes. Parece que ya no hay política de bloques, que ya no hay comunismo, y que el poder del dinero mueve cada vez más al mundo. Esa parece la ilusión que ha de ser soportada, derrota de un sistema, afianzamiento de otro, mayor capitalismo... en la realidad, todo es mucho más complicado: mayor corrupción, más flujos migratorios, más demografía, conflictos religiosos y culturales, más contaminación y más extracción y uso de recursos. Esto se le va de las manos a los poderes occidentales y crear una crisis les sirve para hacer una purga que favorezca a sus intereses

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  14. Al anónimo primero (distinto al anónimo del otro día), no es necesario que te excuses buscando refugio en Hayek (según escribiera en "El País" Manuel Rivas un peñazo, frente a su venerado y creacionista Keynes). Cien millones de muertos nos permiten dudar modestamente de las bondades de la utopía...

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  15. Juro que no he sido, pero, ¡por el perro! que lo he deseado: haber sido yo el que me enviase estos anónimos. La polifonía siempre ofrece mejores relatos que cualquier mente solitaria. Como nadie, espero, va a reivindicarlo, ofrezco a cualquier narrador en momentos bajos, esta secuencia para un apasionante relato de dónde estamos. Si no es molestia, por favor, convierta usted también mis comentarios en un anónimo. Así somos, así éramos, así seremos.

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  16. "Salir de un tiempo enfermo y recuperar el tejido que une el futuro y el pasado. Eso será salir de la crisis". Usted mismo lo dijo en su artículo; es de suponer que hay miedo a represalias, que hay desconfianza... me pregunto de dónde habrán sacado esta idea (y no se dé por aludido, por favor). Quizás porque se observa cómo funciona el sistema y que no se pueden pedir responsabilidades al poderoso, no se le puede denunciar, porque al final es el poderoso el que arruina tu vida, y a él todo, excepto su propio bienestar, le es indiferente. O sea, no hay Etica, no hay Justicia, el Mal y la Corrupción del sistema se han instalado en el Poder. Libertad y Democracia, Derechos y Legalidad son palabras huecas en entornos como ésos. Hablan defensores de la Libertad Individual, ja. Lo que son es voceros de la Impunidad y de la Represión del Poder

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  17. De los juramentos socráticos del profesor Broncano entiendo que los argumentos de algunos de sus lectores no parecen merecerle la más mínima consideración, pues los estima a la altura de un folletín barato. Qué le vamos a hacer.

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  18. Si digo que he deseado haber sido yo el que me enviase los anónimos, supongo que es porque los valoro: nadie desea lo que no valora. Pero mi anónimo lector no parece haber entendido esto, me parece que como otras cosas. Qué le vamos a hacer. Uno no elige los lectores: son ellos quienes deben elegir a los autores.

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  19. Tampoco uno lee ni pregunta a quien no valora... si no, ninguno de nosotros andaríamos por estos lares siguiendo atentamente sus reflexiones, Sr. Broncano.
    La cosa parece que se queda, entonces, en comedia de equívocos, ya que, por mi parte, ni si quiera sé en qué le parece que estaba errado el planteamiento de mis preguntas.
    Desde donde yo lo veo, afirmaciones como que "ahora entregamos [a la gente de mi generación] a la desesperanza para calmar a los mercados", implican asumir un escenario que no me parece muy ajustado a la realidad de cómo se han desarrollado los acontecimientos, en este caso concreto desde, por lo menos, agosto de 2007, si de analizar se trata los actuales ciclos de expansión y recesión económica, consecuencia de unas políticas monetarias muy determinadas, de los errores de diseño del sistema financiero (de su pésima regulación) y de la expansión crediticia artificial propiciada por una más que irresponsable intervención estatal vía bancos centrales.
    Ahora los mercados tiene que reajustarse, sí, y tardarán todavía –mucho más en nuestro país- pero no por los supuestos desmanes que los manidos pero exitosos eslóganes les adjudican infundadamente a los mercados (no hay sector más regulado que el financiero), sino por la acumulación de reiterados errores de gobiernos aquí, allá y acullá (errores que de estar estos sometidos a la disciplina de los mercados, sí, no se acumularían de esa forma). Y, a partir de esto, habría que ir viendo caso por caso y factor por factor. (Alguien dirá ahora que la validez científica de la teoría de los ciclos económicos de la Escuela Austriaca es puro fascismo al servicio de no sé qué represión o poder, todo con muchas mayúsculas).
    De manera que, lo que, torpeza expositiva mediante, quería hacer notar es que cualquier reflexión sobre la manera en que hemos experimentado o imaginado esos ritmos temporales y bajo qué categorías (crisis, apocalipsis, etc.) tiene que tener en cuenta las teorías científicamente probadas que explican, punto por punto, cómo y por qué se han configurado esos escenarios. De lo contrario, se da pábulo a mentiras, es decir, se le hace el juego al milenarismo... ¡Campillo!

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  20. El sistema financiero, el económico, el académico, el ideológico, el legislativo, etc, todos ellos están muy bien diseñados, lo que te tienes que preguntar es: ¿para quién?. Si el sr. Broncano ha sacado a colación el vocabulario y la imaginería religiosa es porque quizás desde ese plano es desde donde puede observarse mejor la situación. O al menos a mí me ocurre así. Observo desde mis más de 40 años todo un horizonte recorrido y el horizonte que tengo por delante. Observo todas las ideas que he ido apadrinando como si fueran mías y cómo se han ido transformando; eran ideas optimistas que han sido golpeadas por el mundo, no por la cruda realidad, sino por muchas instancias existentes que además podrían ser de otra manera: el funcionariado, los conglomerados industriales, etc, mentalidades muchas de ellas pertenecientes a otros siglos que, sin embargo, subsisten en las mentes de muchas personas, incluso muy cultas... pocas teorías científicamente probadas he encontrado en ellos y mucho juego milenarista y mentiras, como usted dice. El sr. Broncano sólo les ha hablado de inquietudes. Pero son ustedes los que han decidido mirar frente a frente al mundo social real. Yo sigo pensando que sería mucho mejor que ustedes reflexionaran sobre los pecados de los padres, leyendo por ejemplo la Historia del pueblo de Israel

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  21. Al último anónimo: perdóneme, pero no me negará que cada cual es responsable de asumir unas ideas u otras, y de molestarse en averiguar la robustez epistemológica de sus creencias -que métodos hay de sobra, por más que cueste mover el cerebro (oiga, a ver si se piensa que a mi me divierte estar en el INE consultando datos cada dos por tres, o consultando las series historias de cifras macroeconómicas de Maddison! ¡que yo soy tan de Filosofía como el que más)-.
    Cada cual es responsable de ir ajustando esas ideas a lo largo de su vida, evitando el autoengaño o, lo que es peor, la mala fe.
    Pero no pretenda que todas las ideas valen por igual, o que unas "instancias", al albur de los intereses que fueren -cierto-, las golpean como si los individuos estuvieramos simplemente presos de mentiras y no hubiera nada que hacer.

    A algunos (no hablo de usted en este caso) les ha venido muy bien la posmodernidad y eso de que los grandes relatos se han acabado: ¡se habrán acabado algunos que han mostrado ser falsos y dejar un reguero de muertos a su paso cada vez que se han llevado a la práctica por la fuerza! Pero con esa excusa han pretendido borrar su propia responsabilidad , y lo que es peor, pretenden negar toda posibilidad de juicio y de conocimiento, para barrer de paso ciertos datos probados que les molestan.

    El Sr. Broncano habla de inquitudes, estoy de acuerdo con usted, y creo entender que habla (¡por Dios, que me lo aclare! si yo no busco armar jaleo, sólo he preguntado porque no entiendo nada de sus últimos post) de los imaginarios bajo los que vivimos lo que nos afecta; pero al hacerlo está expresando sus inquietudes con un lenguaje, el de cierto sector de la opinión pública -como se ve en el manifiesto y en las consignas de la gente de Sol-, que se nutre de un popurrí de ideas sueltas sin nigún tipo de relación lógica, teórica o emprírica entre ellas.

    Vale, esos imaginarios están ahí, dominan buena parte del espacio público y cierta prensa los fomenta día y noche, la gente los utiliza para tratar de canalizar su rabia, su indignación, su impotencia o su ignorancia.
    Supongamos que son sólo imaginarios. Pero entonces no mezclen planos, porque yo creo que el señor Broncano sí tenía pretensiones de "mirar frente a frente al mundo social real", como dice que algunos de los lectores aquí hacemos equivocadamente.

    Igual lo que sucede es que usted o el sr. Broncano simplemente se han acostumbrado a que esos imaginarios predominen, y a que nadie les pida pruebas de la veracidad de las interpretaciones que sus "inquietudes" ponen en marcha y legitiman.

    Igual es distinto, pero me lo expliquen por favor.

    Fdo. El anónimo hayekiano-

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